martes, 9 de octubre de 2012

"Es que el tambor es pequeño"



“Veamos… a Paty le vamos a dar la Flauta, vos quédate con la pandereta, tu hermano que agarre el tambor, yo tengo la guitarra y lo demás hacen voces” Y ya!, el primer grupo de música folklórica de la Casa de la Cultura de Santa Ana estaba construido.

Había tomado meses, el Oscar me enganchó que le ayudara a conseguir miembros para el grupo, que no importaba sino podían tocar algún instrumento… que nos aprendíamos de memoria unas canciones mientras aprendíamos bien la “tocada” de instrumentos, etc.

No había duda alguna del ánimo. Claro era típico en Oscar, el ánimo siempre arriba, no importaba la situación, siempre estaba sonriendo, contando chistes o haciendo mímica.

Los que se “apuntaron” hasta habían hablado de cómo serían los ponchos, de la alegría de tener en sus manos por primera vez un tambor “diadeveras” de esos que se veían de vez en cuando en fotos en los grupos suramericanos… Todos entusiasmados.

Pero Paty, sonrió cuando recibió la flauta, no había zampoña ni charango (no importa, buscamos canciones que no las utilicen fue la inmediata solución del Oscar), mi hermano no pudo evitar la depresión al ver que el tambor era más bien una pequeña caja (un redoblante de cuero diría yo) parecida a la de la imagen. Y bueno, esa noche apenas hicimos un par de entonaciones como práctica.

Todas las alegrías, sueños y planes de lo famoso que sería el grupo, se empezaron a construir varias semanas previas a esa noche inaugural… misma que marcó el final del grupo, porque de los involucrados, solo el Oscar era artista, los demás teníamos alma de cualquier otra cosa, no íbamos a meternos en el sacrificio de ensañar diariamente como quería el Oscar y de estar durante dos horas entonando, y dándole a los instrumentos… y encima nos llegó el pretexto ideal: el tambor era muy chiquito.



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