domingo, 17 de septiembre de 2023

Mi héroe descansa en paz


El primer recuerdo que tengo de mi padre, es en la esquina de la 3ra. Avenida sur y la 15 Calle Poniente, en ese entonces, la Segunda Brigada de Infantería no era cercada, todo el campo alrededor era libre y se confundía con "El Botánico" saliendo hasta la 15 Avenida Sur. 

Tendría yo 4 o 5 años, vivíamos cerca del hospital "San Juan de Dios", no se si sobre la 15 u 11 Avenida, y la guardería en la que mi hermana y yo pasábamos el día estaba una sobre la 3a. Avenida Sur, entre 15 y 17 Calles Oriente. Mi padre nos iba religiosamente a dejar día a día por la mañana, y para que le saliera más corto, cruzaba todo el botánico y el campo que rodeaba a la segunda brigada de infantería.

Algún brillante funcionario, decidió cercar el campo de la segunda Brigada con malla ciclón, por tanto iniciaron con la base, un muro de unos 25 centímetros de alto, así es que mi papá nos "ayudaba a saltarlo" chineándonos y nosotros felices.

Un día llegó corriendo un soldado armado y le dio que por orden de "mi teniente, ya no puede cruzar por aquí" mi padre preguntó ¿Por qué? "por orden de mi teniente", fue la respuesta se dio una pequeña conversación que mi padre cerró diciéndole al soldado "Dicen que este terreno es propiedad del pueblo y no le permiten al pueblo cruzarlo", "yo no sé pero mi teniente dice que ya no puede cruzar por aquí" no comprendí mucho la discusión pero la grabé, a lo mejor por el miedo.

Mi padre, mi único héroe ha fallecido, ya no tiene dolores, ya no sufre. Hoy es feliz, porque creía en la vida eterna y, desde mi perspectiva, aun siendo él un ser humano con aciertos y fallas, en la suma-resta, saldrá con nota altísima. En su velorio alguien me comentó que pensó que llegaría más gente y recordé dos cosas que él decía: "Un amigo vale más que un millón de dólares" y  "Los amigos se cuentan con los dedos de una mano" y le respondí: "Están quienes deben estar y esos son suficientes".

La certeza de sus dos frases la aprendí en la adolescencia.

Mi padre fue mi héroe toda la vida, mi madre es mi heroína. No hay más.

Ya en 2010, nos había dado un real susto, creí que era la despedido, pero no. Siguió luchando, hubo tiempo para que me confiara historias, cantos, traté de aprovechar más los minutos con él cada vez que le visitaba, me criticaba que no confiara en la virgen, en ocasiones se enojaba por mis bromas, en otras daba muestra que el ingenio aun estaba vigente y respondía con inteligencia dejando la pelota en mi cancha. 

Mi héroes se ha ido...y como me dijo una vez el Lic. Gustavo: "Uno dice que esta preparado, pero no, nunca se está preparado". Él acababa de perder a su padre, el día que le visité para solidarizarme. Tienes razón Gustavo, donde quiera que te encuentres en ese gran país, tienes razón, mi héroes se fue y yo no estaba preparado. 



lunes, 11 de septiembre de 2023

"...la historia es nuestra y la hacen los pueblos..."

Cintxa, CC BY-SA 3.0 , via Wikimedia Commons

En Santa Ana, el "Instituto Politécnico El Salvador" (IPES), era gerenciado por don Carlos Lobato como director y su mano derecha, su esposa, doña Antonia de Lobato como subdirectora. Allí estudiaba octavo grado en 1973.

Trece años había vivido sobre esta tierra, estaba aprendiendo como era el mundo, trataba de entenderlo. Para esa época vivíamos (padres, hermano y hermanas) cerca de la Iglesia El Carmen, teníamos un radio "Sony" multibanda, que se usaba a discreción para asegurar que las baterías duraran lo más posible y reducir el gasto. Me extraño por tanto, cuando regresé al mediodía de clases, que estuviera encendido. 

Escuchaban un programa de comentarios de un conocido abogado que había sido oposición, pero para esa época ya estaba alineado al gobierno. En ese momento, no logré comprender a qué se refería su discurso, pregunté a mi padre: ¿Qué pasó? él, con rostro de tristeza me respondió: "Derrocaron al presidente de Chile, derrocaron a Salvador Allende".

Allende era socialista y siempre defendió el proceso democrático camino al socialismo, contrario a la vía militar o guerrillera que había seguido Cuba. Su posición pro democracia era tan firme que, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) lo consideraron traidor al pueblo, luego que, en los primeros días de gobierno hasta se convirtió en su guardia personal.

Los ciudadanos de América Latina, incluyendo varios salvadoreños interesados en el desarrollo económico y la justicia social, veían el proceso chileno con esperanza y mucha atención, esperando unos que triunfara y otros que fracasara. Los primeros, porque sería la mejor muestra de que era posible avanzar en las sociedades sin guerrillas; los segundos, porque sería la mejor muestra de que la democracia no servía para avanzar hacia la justicia social y por tanto la única forma era la vía armada.

El 11 de septiembre de 1973, murieron, acompañando a Salvador Allende, muchos pensamientos democráticos. Quienes defendían la vía pacífica (vía electoral) hacia la justicia social, hacia la democracia plena (educación de calidad, salud, seguridad gratuita para todos los ciudadanos de un país) se quedaron sin argumento, sin ejemplo y poco a poco se fueron moviendo a la lucha armada.

Cincuenta años han pasado desde ese día, la vida me regaló a un amigo chileno (Q.E.P.D) y con él conversamos mucho sobre la realidad chilena de esos años, el fue uno de los tantos chilenos que debieron abandonar su patria por las políticas del gobierno de la Unidad Nacional, del gobierno del presidente Allende.

Con el tiempo también, los Estados Unidos, desclasificaron muchos documentos que demuestran el grado de involucramiento del gobierno de Richard Nixon (y su asesor estrella Henry Kissinger), en la lucha contra el gobierno de Allende y su final derrocamiento.

Lo que siguió en Chile, fue una larga noche de 17 años (1973-1990).

En la actualidad, los países de América Latina (El Salvador incluido) se mueven desesperanzadamente buscando solución a los problemas que le han acompañado desde que se fundaron como países: la pobreza, la ignorancia, la enorme desigualdad económica. Desesperados, se afianzan del primer tronco brillante que les aparece en el horizonte, con la intención de flotar, para no dejarse ahogar por la realidad y, si ese tronco hace agua, no importa, se asirán al siguiente que aparezca y así sucesivamente hasta que vuelva a repetir la historia de quedarse sin procesos democráticos.

A pesar de esa realidad, las últimas palabras de Salvador Allende a los chilenos aquel 11 de septiembre, siguen vigentes. Hoy, en el acto conmemorativo de 50 años celebrado frente a "La Moneda" (la casa presidencial chilena bombardeada por los militares golpista) algunas de ellas fueron repetidas por su hija, la senadora Isabel Allende: "Tienen fuerza y podrán avasallarnos pero no se detienen los procesos sociales, ni con la represión, ni con el crimen, ni con la fuerza..." "...la historia es nuestra y la hacen los pueblos..."

Mientras, en el parlamento chileno, cuando llegó el momento del homenaje al ex presidente Allende, se armó la pelea... 

Aun hay mucho que trabajar en Chile, en Argentina, en El Salvador, en tantos lugares... se van dejando las cosas incompletas, asumiendo que la firma de un papel es solución a las viejas heridas. Gran error.

Desde el gobierno del presidente Gabriel Boric, se intentó hacer una celebración plural, en su discurso, reflexionó: "...es también, queridos ciudadanos, un día para hacer aprendizajes, qué hemos aprendido en estos cincuenta años y fortalecer, de esta manera, nuestra convivencia, por ello es que tal como recordaba la senadora Isabel Allende, valoro profundamente que en conjunto con los ex presidentes vivos de Chile: Eduardo Frei Ruiz Tagle, Ricardo Lagos Escobar, Michele Bachellet Jeria y Sebastián Piñera Echenique, hayamos firmado juntos el manifiesto 'Por la democracia siempre', porque es en la diversidad y entre quienes piensan distinto con quienes podemos construir una sociedad mejor."

Difícil tarea, al nombrar a Sebastián Piñera, el abucheo de buena parte de los presentes. Construir una mejor sociedad entre quienes pensamos distintos. Gran verdad, ignorada por los fanáticos de los residuos de izquierdas y derechas o recién nacidos de nuevas derechas y nuevas izquierdas. 

Ojalá Chile encuentre la ruta y sobre todo, el gobierno electo democráticamente, le de solución a los problemas y cobertura a las necesidades de la ciudadanía, de lo contrario, ya surgirá un populista que ofrecerá todo para cumplir muy poco o nada y Chile se parecerá cada vez más a muchos países que ya transitan esa ruta.