viernes, 17 de marzo de 2023

¿Sabes Edith?

¿Sabes Edith?

Lo que me debo es más reuniones como esta, la oportunidad de compartir lo vivido, de presentar la experiencia, las creencias que motivaron las acciones, las razones del alejamiento... 

Esperanza, Vivencia, Descubrimiento, Fracaso, cada una con mayúsculas...

Me preguntas: "¿Un sueño construido sobre cuentos de camino real?", pues sí quizás tienes razón. Solo que ese "camino real", recorría el mundo como un fantasma, construía cuentos sobre las necesidades de quienes lo soñaban, pero es que no solo lo soñaban, lo necesitaban y era cuando se recogían las mangas de camisas y manos a la obra.

Nosotros solo colaborábamos, los protagonistas eran ellos, los que no tenían nada que perder, todo que ganar. 

Pero es que ese sueño fue nuestro, lo tocamos, lo sentimos, lo vivimos... ¿o solo lo fingimos? 

Pienso que algunos sí lo vivimos: sentimos el cariño en una tortilla compartida, en el "hablar calladito", en los pasos agazapados, en el desvelo, en el compartir una comida entre más de dos... sí, lo vivimos, lo sentimos... en el "cuídense compañeros", que alguna vez escuchamos al pasar veloces en la escapada, en la escalera colocada estratégicamente "de casualidad" por si las cosas iban mal, en la sonrisa cómplice, en el gesto de amor fraterno, hasta en la mirada... Algunos lo vimos, lo olimos, lo sentimos... 

Nada de eso fue suficiente para que dejara de ser sueño y se hiciera realidad... Pero fueron otras las razones, y quienes las protagonizaron, fueron los que ganaron todo, sin perder nada.

martes, 7 de marzo de 2023

"¡¡Hijos del gobierno!!"


Imagen solo con fines ilustrativos

En 1974, para quienes estudiábamos en el Instituto Nacional de Santa Ana (INSA), era ofensivo que nos gritaran "¡¡Hijos del gobierno!!!, ignoro si en otros municipios era igual para los estudiantes de los institutos nacionales pero, en nuestro caso, en Santa Ana, cada vez que esperábamos en el parqueo para entrar al instituto y alguien gritaba "¡¡¡Hijos del gobierno!!!", recibía por respuesta una espesa silbatina y una abundante lluvia de puteadas.

Creo que era porque se tomaba el "Hijos del gobierno" como sinónimo de "mantenidos" en su acepción de vivir a expensas de otro. Era así, porque el instituto y nuestros estudios se pagaban con los impuestos de todos (los ciudadanos), lo que en el sentido estricto es correcto. Pero para nosotros era ofensivo, porque la intención era justamente el recalcar que éramos mantenidos.

Recordando esto, revivo una experiencia: estando en el Instituto Politécnico "El Salvador" (IPES), donde estudié 7o. y 8vo. grados, un mediodía veníamos de entrenar (yo jugaba a la banca en la selección de fútbol) y (el IPES tenía autobús escolar propio), desde las ventanas del bus, prácticamente todos (menos dos de nosotros), asomaron la cabeza solo para gritar: "¡¡Hijos del gobierno!!" justo cuando el bus cruzó frente al INSA, y por supuesto todos los estudiantes que estaban en el parqueo del instituto, respondieron según la costumbre.

Esa fue la primera vez que lo escuché y me causó gracia por la reacción de los estudiantes del INSA. Me pareció absurdo.

Estudiando ya en el INSA, la primera vez que alumnos del Liceo "San Luis", desde un vehículo lo gritaron. Mecánicamente respondí con el resto de compañeros.

Luego pensaría cuán cierto era lo que decían los viejos: "cada quien vive la feria según sus circunstancias y la cuenta según le fue en ella".