viernes, 23 de diciembre de 2022

Un ciclo que cerramos

Creí que nunca cumpliría 20 años. Al cumplirlos, empecé a temer la llegada de los 40, y al llegar a ellos, mi hija tenía 15 años y mi hijo 11. Mis preocupaciones habían cambiado, no era cuánto iba a vivir, era simplemente vivir. Asegurar que mis hijos recibieran la mejor educación que pudiéramos brindarle junto al cómplice que Dios me regaló como esposa.

Hoy, con 63 años de edad, cierro un ciclo: Este ha sido mi último día de trabajo formal, de ese que hay que marcar entrada y salida, con horario fijo y demás condiciones propias del trabajo asalariado. 

He presentado mi renuncia (va la versión oficial) porque mi ciclo ha finalizado. 

Adicionalmente, este año recibimos un grupo de 4 jóvenes becarios y hemos podido preparar el reemplazo, esa es mi satisfacción. Me voy con la tranquilidad de que el ciclo se cierra en orden.

Así es que este fue mi último día en el Ministerio de Hacienda, donde aprendí tanto y tuve el privilegio de conocer gente realmente maravillosa, excelentes seres humanos, técnicos de primer nivel. Algunos se fueron antes que yo, porque así es el capitalismo, busca la genialidad para explotarla y muchos debieron moverse por mejores ofertas laborales. Pero siempre quedan genios allí, aportando al avance en tan importante institución.

Acompañé a genios laboriosos de todas las edades. Sí, seguramente existe el típico empleado público, debe haberlo, en una institución tan grande (más de 2 mil empleados en los 21 mil kilómetros de Patria) debe haber buena y mala yerba. 

Tuve suerte (si es que existe), laboré junto a seres humanos increíbles, creativos, innovadores, laboriosos. He aprendido tanto de ellos y ojalá, algo haya podido yo compartir de lo poco que se.

Me logré despedir de algunos, agradecerles sus enseñanzas, su apoyo, su solidaridad. Pero a todos les llevo en mi corazón, en mis recuerdos y mi mayor deseo es que sigan creando cosas buenas.

Eternamente agradecido a todos ustedes (hombres y mujeres) que caminaron diferentes tramos con este servidor, en estos últimos 25 años de trabajo en el Ministerio de Hacienda. Sigan creando, sigan sonriendo, sigan brillando, solo por el placer de hacer un proceso más sencillo para nuestro patrono: El ciudadano.

Gracias hermanos, gracias hermanas.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Pobres contra pobres


 

En 1969, cuando el Partido Comunista de El Salvador (PCS), llamó a todos los salvadoreños a respaldar la guerra contra Honduras, hubo una voz disonante que dijo, palabras más, palabras menos, que aquello era una lucha de pobres contra pobres, los pobres de El Salvador, contra los pobres de Honduras.

Ha sido costumbre del poder político y económico mantener esa lucha, esa discordia entre pobres. Ejemplos abundan en las fábricas, en las maquilas, en todos los centros de trabajo públicos o privados.

Pobres fueron los "orejas" de la dictadura militar que, ocultos en el manto de la impunidad, señalaban a otros pobres, porque pensaban diferentes, porque opinaban diferentes, porque soñaban un país diferente. Sus patrones, les vendían el concepto de patria y comunismo ateo, para fundamentarles un patrioterismo ilógico, inhumano y justificante de las torturas que luego aplicaban otros pobres, disfrazados de "autoridad" a los pobres que habían sido detenidos, desparecidos y que serían asesinados por otros pobres empoderados como "justicieros" de la democracia y la cultura occidental.

Nada nuevo, desde siempre, el hombre ha sido depredador de sus hermanos, desde caín y abel. 

Pobre fue el que por 30 monedas de plata (ni siquiera oro), una inigualable oportunidad para dejar de ser pobre, vendió a su maestro y, supuestamente, amigo. 

Para el sistema fue un triunfo hacer que los pobres estudiantes de los institutos nacionales técnicos se pelearan contra los pobres de los institutos nacionales (no técnicos), en lugar de pensar en asociarse en organizaciones estudiantiles como las históricas Asociación de Estudiantes de Secundaria (AES), Movimiento de Estudiantes Revolucionarios Salvadoreños (MERS), Ligas Populares de Secundaria "Mario Nelson Alfaro" (LPS-28), Asociación Revolucionaria de Estudiantes de Secundaria (ARDES). Esas que luchaban por una educación de mayor calidad y por la democracia en El Salvador.

Fue un mayor éxito cuando los pobres embrutecidos por la droga, decidieron que valía la pena "defender territorios", como se hacía en Estados Unidos, ridícula decisión en un país tan pequeño. Pero que ha justificado y facilitado la lucha de pobres contra pobres, en lugar de que los pobres lleguen, juntos a analizar, la razón de la marginación social y económica en El Salvador.

Mientras los políticos viejos y nuevos, ladrones todos, ven como poco a poco les liberan a sus parientes, a sí mismos, sin tocarles el grueso de su riqueza mal habida, o siguen enriqueciéndose de mala manera, los pobres, siguen peleando contra los pobres.

Mientras un político ladrón de millones vive "encarcelado" lejos de la violencia diaria de las cárceles, en sectores especiales, el que robó una gallina sigue llegando y sufriendo el ambiente rancio y criminal de las cárceles.

Hay diferencias, porque los vigilantes pobres vigilan y maltratan a los prisioneros pobres, mientras los carceleros pobres, protegen y cuidan a los dos o tres políticos corruptos millonarios que, cayendo en desgracia, han sido acusados y, con un poco de suerte, condenados a unos pocos años, gracias a las negociaciones que tienen para reducir condenas.

Siempre será así, hasta que los pobres entiendan que sus intereses son comunes y que la lucha no debe ser entre ellos, sino contra quienes les ponen a pelear entre ellos por sus derechos hoy, contra lo que serán sus derechos mañana... mientras que los promotores de la pelea siguen enriqueciéndose a costa de los boxeadores que luchan por sobrevivir en su pobreza.

Ahora nuevamente la batalla se prepara, pobres jóvenes contra pobres viejos... nada nuevo, los jóvenes buscando una oportunidad, los viejos queriendo cobrar lo justo por todo lo que han trabajado y le niegan con pensiones de miseria. 

Pobres jóvenes contra Pobres viejos... la lucha de siempre, los pobres contra los pobres

lunes, 5 de diciembre de 2022

La Bala


Sin fines comerciales


"Mejor morirse haciendo algo, que de gripe en una cama" y ya. Solucionada la discusión.

Típica respuesta de joven a cualquier advertencia de que la muerte llegaría pronto por andarla buscando. La escuché decir y la dije más de una vez... 

La muerte era algo que llegaría, recuerdo que muchos lo teníamos claro, en mi caso incluso tenía una canción que hacía referencia al amor de la bala que llevaba mi nombre. La escuché, me enamoré de ella, la volví mi compañera.

La canción se llamaba "La Bala" y la cantaba un desconocido, que muchos años luego supe que se llamaba Ofilio Picón, nicaragüense, médico de profesión, cantante de vocación que decidió seguir su vocación. 

Luego de la inolvidable primera vez, la relación entre ella y yo, se volvió más íntima. Solo ella y yo, sabíamos que sería un encuentro de respeto, de amor.

Muchas décadas después, reencontré la canción. Investigué sobre ella.

Me enteré entonces que su autor es Salomón de la Selva, otro nicaragüense con una vida de película, tan de película que vivió en muchos países incluido Estados Unidos, apoyó a Agusto César Sandino y combatió en la Primera Guerra Mundial. Justo luego de la gran guerra escribió un libro de poesía titulado "El soldado desconocido" y en él, está el poema "La Bala".

Salomón de la Selva nace en el Siglo XIX y muere el año en que yo nací. 17 años después, me encontraría con su poema como canción y la haría mi compañera secreta simplemente porque narraba como, según yo, nos encontraríamos ella y yo.

La bala que me hiera

Será bala con alma
El alma de esa bala
Sera como sería
La canción de una rosa
Si las flores cantaran
O el olor de un topacio
Si las piedras olieran
O la piel de una música
Si nos fuese posible
Tocar a las canciones
Desnudas con las manos oho oho hooo


Si me hiere el cerebro
me dirá: yo buscaba
sondear tu pensamiento.
Y si me hiere el pecho
me dirá: ¡Yo quería
decirte que te quiero!
Que te quiero oho oho hooo

La bala que me hiera

Será bala con alma
El alma de esa bala
Sera como sería
La canción de una rosa
Si las flores cantaran
O el olor de un topacio
Si las piedras olieran
O la piel de una música
Si nos fuese posible
Tocar a las canciones
Desnudas con las manos oho oho hooo


Si me hiere el cerebro
me dirá: yo buscaba
sondear tu pensamiento.
Y si me hiere el pecho
me dirá: ¡Yo quería
decirte que te quiero!
Que te quiero oho oho hooo
Que te quierooooo hooooo

domingo, 4 de diciembre de 2022

La Ventana


Sin fines comerciales.

En 1972, empezaba a estudiar el tercer ciclo, y habrá sido por esos años que escuché "La Ventana" de Roberto Carlos, por alguna razón que desconozco, en la radio la presentaron como "Cosas de la vida" y así se me quedó grabada. La escuche y la vida siguió igual.

Para 1977, cuando la política calentaba y se preparaba para ser seguida por otros medios como escribió Clausewitz, la recordé y entonces tomó un especial significado, la posibilidad de irme de la casa repleta de amor de mis padres se volvió factible, casi un hecho. Estaba claro, implicaba empezar de cero, anónimo, sin nombre propio, sin historia, sin familia.

Me pegaba eso de que "sé que afuera no tendría lo que ahora tengo aquí", porque si bien los ideales se comparte, el amor es otro nivel y encima, un amor desinteresado, realmente desinteresado, solo en el hogar paterno o el que construyes con muchos años en pareja.

En la casa de mis padres, lo único que abundaba era el amor. De diferentes formas, de todas las formas posibles... era duro pensar en lo que pasaría cuando los padres descubrieran las utopías, que me habrían llevado a tomar esa decisión. 

Afortunadamente cuando el momento llegó, simplemente no se dio. Sobraron pretextos: "muy bicho", "hay mucha gente", "no es el momento"... las que hayan sido me salvaron de esa decisión sin retorno y sí, no fue por mi voluntad, fue decisión ajena. ¡Es que Dios me ha tenido una paciencia! o como me dijo una vez una amiga: "Vos estas vivo por las oraciones de tu madre". No se dio.

Hoy que doy valor... cuando por fín le doy su gran valor a lo que he tenido... agradezco a mis padres y siempre que puedo les digo que les amo.

A través de la ventana la libertad
De un camino yo puedo ver
Mi pensamiento vuela libre
En sueños lejos de dónde estoy

Por momentos pienso hasta dónde
Aquel camino nos puede conducir
Tanta gente ya se arrepintió
Y yo voy a pensar, voy a pensar

Cuántas veces yo pensé
Dejar mi casa pero desistí
Porque sé que afuera no tendría
Lo que ahora tengo aquí

Mi padre me aconseja
Mi madre vive hablando sin saber
Que tengo mis problemas
Y que a veces solo debo resolver

Cosas de la vida, choque de opiniones
Cosas de la vida, cosas de la vida
Nuevamente pienso irme lejos
Y volver a comenzar

Caminando por el mundo este
Dónde hay tanto que enfrentar
Pienso andar sin rumbo por las calles
En la noche y sin pensar
Lo que yo diré en casa
Para a todos conformar

Cosas de la vida, choque de opiniones
Cosas de la vida, cosas de la vida

Yo recapacito y me convenzo
Que aquí es mi lugar
Afuera a veces llueve
Y es casi cierto que tal vez voy a extrañar

La noche siempre es fría
Cuando no se tiene un techo con amor
Y ese amor lo tengo pero a veces
No le doy su gran valor

Cosas de la vida, choque de opiniones
Cosas de la vida, cosas de la vida

Todo llega su momento solo
Hay que saberlo esperar
Y en el trato diario a nuestra gente
Hay que saberla tolerar

Cosas que molestan muchas veces
Son producto del amor
De ese amor tan grande
Que nosotros no debemos olvidar

Cosas de la vida, choque de opiniones
Cosas de la vida, cosas de la vida
Cosas de la vida

jueves, 1 de diciembre de 2022

Del sueño a la realidad

Con fines estrictamente ilustrativos. sin ningún fin comercial.

 Les dibujo mentalmente, vienen a lo lejos, por eso el canto se escucha lejano, suave, “quedito”, a medida se acercan marchando, veo sus rostros, cansados, adoloridos, algunos incluso heridos, y sin embargo cantando a voz total, animándose unos a otros… Es la marcha de los que no tienen nada que perder… En esos días eran muchos, pobres en su mayoría, pero también había estudiantes, profesionales, poetas, capas medias y uno que otro burgués…

Describen lo vivido, lo luchado, lo sufrido…

Al final, cuando se alejan, es para desintegrarse nuevamente en ciudadanos, a trabajar, por mantener lo ganado, por construir lo nuevo, por luchar desde el trabajo, desde el estudio, desde la poesía, desde las oficinas, desde los despachos… todos con el mismo ideal…

Pero como dije al inicio, solo les dibujo mentalmente… la realidad fue otra.


Por montañas y praderas
avanza la división,
al asalto va a tomarse
la enemiga posición.

Rojo el bosque de banderas
en la marcha rumbo al sur:
son los obreros en armas,
partisanos del Amur.

La gloria de esos combates
no se apagará jamás.
¡Adelante camaradas
los echaremos al mar!

Quedará en la leyenda
de esta guerra, este volcán,
los días de Balachayevka,
los soldados del Soviet.

Se acabaron los bandidos,
se acabó la intervención,
nuestra marcha ha terminado
¡Viva la Revolución!