jueves, 28 de diciembre de 2017

Nos han visto la cara… no lo dude

Tomado de ”De átomos a bits: ¿Cómo navegar la transformación digital en América Latina?” artículo del blog de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

Las cursivas son nuestras para colocar el significado de las siglas.




“...A pesar de notables avances en términos del número de usuarios de Internet en ALC (América Latina y el Caribe), datos recientes de la ITU (organismo especializado de las Naciones Unidas para las Tecnologías de la Información y la Comunicación) muestran aún importantes brechas de despliegue de banda ancha con respecto a otras regiones: mientras en ALC la banda ancha móvil llega a un 50% de la población y la banda ancha fija a 10%, en los países de la OECD (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo) alcanza al 72% y 28% respectivamente. Además de las limitaciones de infraestructura, los latinoamericanos tenemos que pagar 3 veces más de lo que pagan los ciudadanos de países OECD por servicios de una calidad notablemente inferior. Según el informe de la CEPAL (Comisión Económica Para la América Latina y el Caribe) “Estado de la banda ancha en América Latina y el Caribe 2016”, ningún país de la región cuenta con una velocidad promedio superior a 7.3 Mbps, y solo Chile y Uruguay (con banda ancha fija) y Paraguay y Perú (con banda ancha móvil) cuentan con velocidades pico superior a 38 Mbps, que es la velocidad mínima necesaria para aplicaciones de manufactura avanzada o tecnologías de salud y educación….”

...los latinoamericanos

tenemos que pagar 3 veces más

de lo que pagan los ciudadanos de países OECD

por servicios de una calidad notablemente inferior…

martes, 26 de diciembre de 2017

¿Y si me confesara?



En ocasiones, quizás por estar en paz, surge el deseo de confesar a quienes he querido cosas como:

Decirte a tí que cuando te alejaste “Even though your gonne” fue la tonada de combate, de supervivencia, que hubo una época de soledad y tristeza, que poco a poco fue cansandome, hasta hacerme volver a la vida.

O decirte a tí que nunca olvido aquella vez que junto a Juanita conversábamos, viste la hora, saltaste a cambiar el uniforme para salir de civil del local. Fue un acto de confianza hacia un compañero, en el medio de aquella epoca de desconfianza, locura y violencia.

Y entonces también tendría que confesarte a tí que, como cualquier macho, no puede evitar pensar que cuando tú me solicitaste que te llevara aquel huacal de agua al baño, pasó por mi mente la duda de si querías a un amigo o algo más. Siendo compañeros...

Confesar que la primera vez que mencioné comunismo , sentí un profundo temor porque no esperaba que todas las miradas en aquel salón se fueran sobre mi, como sorpresa, pregunta… ¿acaso admiración?

Que un buen día, con el frío de la mañana, tuve una irresistible necesidad de confesarte que iba a una “Patria o muerte” y tuve que sacarte del baño, a medio vestir tu, hermosa, bella... confesar que pensé que aquella imagen sería mi última visión si encontraba una bala en el camino.

A ti, que aun te recuerdo envolviendo dulces a mil por hora, eras una máquina empaquetando leches de burra y nunca me cansaba de verte y envidiarte, pensando en cuánta falta harías a tus padres, cuando te fuéras becada.

Que en una época, mi mayor deseo era ser docente en el “Celestino Castro” para participar en la formación del “hombre nuevo”, de aquel que soñábamos y pensábamos posible. Y ni modo… más tarde aceptar que estábamos equivocados o más bien aceptar que estaba equivocado.

Que la Navidad que más recuerdo es la del “Bruselas” con cervezas y conchas, hablando, sonriendo y mirando la noche avanzar, los únicos en el Bar, y el enorme cariño que me despertaba tu amistad.

Y tantas confesiones más…

Algún día lo haré.

sábado, 2 de diciembre de 2017

58 años, nada màs...



Soy continuidad de mi niñez, que es hija del sudor de los brazos que amè.
Soy como quisieron ser, pero tratando de ser yo, ni menos mal, pero en verdad ni menos bien.
No ha sido fàcil tener una opiniòn que haga valer mi vocaciòn, mi libertad para escoger
Amo sin ver lo que en el futuro tenga que acontecer dejo al sentir màs puro florecer
Amame sin temor alguno, que yo he de prometer fidelidad a mi modo de ser...

58 años hace que llorè por primera vez en Santa Ana, luego de eso ha habido muchas, muchas veces que he llorado porque afortunadamente el machismo no me afectò para limitar mis emociones, por eso, seguramente nunca voy a tener càncer, llore, en silencio, a escondidas tal vez, dependiendo del momento y lugar… ¡pero siempre desahoguè la tristeza, el dolor.!

Aun no he descubierto cual es la combinacion de teclas que disparan automàticamente Calc en Ubuntu, pero aun hay tiempo, los ùltimos exàmenes indican que asì es… aun faltan algunos, los màs serios, pero pareciera que la salud no anda del todo mal.

Sin duda es difìcil, en paìses como El Salvador, tener una opiniòn propia, construida a partir de tu experiencia y conocimiento, porque a veces se entiende como prepotencia, fanfarronerìa o, en el màs sano de los casos, uno resulta un ser “raro” porque no piensa como el resto, como la mayorìa. ¿Qué jodida no?

Hace màs de 30 años le dije a una mujer que amarme tenìa riesgos, que el pasado podìa regresar y en ese caso yo le negarìa para que no le hicieran màs daño que la muerte… y asì se arriesgò, de mi parte he tratado de ser leal a mi compromiso con ella y con los dos grandes seres humanos que convirtiò en mis hijos. Con altos y bajos, puedo decir que en la suma/resta, el resultado es positivo…

A dos años de oficialmente jubilarme con una pensiòn de làstima, gracias a los “camaradas” de este gobierno de “izquierda” y a la honorable derecha nacionalista (que todos los partidos votaron a favor de jodernos la vejez) pues sigo pensando que si los jòvenes no asumen el reto que nosotros asumimos cuando fuimos jòvenes, pues estaremos jodidos, porque los viejos ya vamos abandonando el ring de la vida.

Seràn los jòvenes los que se deben dar “pija” si quieren cambiar este paìs, y si no, pues que la aguanten como les llegue porque, como nunca me canso de decir: a menos que tenga visa o doble nacionalidad como la mayorìa de polìticos (de todos colores, tendencias e intereses) que toman decisiones en este momento, ellos y yo, vamos a quedarnos a limpiar la sangre, los pedazos de vidrio y mierda que abundaràn luego que el paìs por fin reviente, mientras los polìticos correràn hacia los Estados Unidos (con su visa) o sacaràn, debajo de su almohado o de la gaveta, el otro pasaporte (el de la otra nacionalidad) para llegar como ciudadanos de ese paìs a disfrutar lo que lograron, “con sacrificios” ahorrar, como el asilado en Nicaragua.