domingo, 14 de octubre de 2012

Los vientos de octubre


"Vientos de Octubre" Pintura del Maestro Valera Lecha.



Rosa Cabrera es la maestra que más quiero. He tenido excelentes profesores y a todos les quiero, respeto y agradezco, pero la maestra Rosa Cabrera está en el ápice de la pirámide que todos ellos y ellas forman.

Fue con ella que aprendí lo que era la metáfora, aun ahora, con 54 años de edad, no puedo olvidar "El Nido" de Alfredo Espino, bromeó con mis hijos recitándolo y recuerdo la voz de la maestra resonando en el aula, explicándonos que la música del pecho no es que tenga pecho el árbol o que tenga una orquesta dentro de él, sino que el pajarito dentro del árbol trina, canta, le da vida y hace que exista música en su interior y como los nidos se hacen en lo alto de los árboles, ¿ya los han visto verdad? por eso dice pecho, si los nidos los hicieran en la base de los árboles o en la raíces a lo mejor, habría escrito, pies cantores o de cualquier otro modo porque el poeta... y allí estaba la maestra traduciéndonos el poema para luego hacer que cada uno ejercitara con un nuevo poema.

Así descubrimos el significado de "sus flores más bien son plumas sobre espadas de esmeraldas" en Cañal en Flor... y leyendo las "Jícaras Tristes" de Alfredo Espino, me encontré la poesía que al menos a mí me marcó mucho: "Vientos de Octubre". Creo que fue la primera vez que tuve conciencia de lo que era una despedida, luego, en la adolescencia, lo recordaría una y otra vez.

Yo creo que en la muerte, el "pobrecito" no es el fallecido, como se escucha en los velorios, "pobrecitos" son quienes quedan vivos, porque son los que sufren, los que añoran, los que esperan en vano. Desde esa fecha octubre para mí es un mes de despedidas. Tan ocupado como he estado no lo recordaba, sino hasta hoy, un fin de semana especial, en el que Juani me hizo recordar a mi maestra Rosa Cabrera y a "Los vientos de octubre"

LOS VIENTOS DE OCTUBRE
(A LA LUZ DEL FOGÓN)
por Alfredo Espino

¡Quizás ya no venga! ¿No s'hia dado cuenta
de que están soplando los vientos de otubre,
y que el barrilete vuela, y ya no cubre
como antes al cerro, nube de tormenta?
Hoy s'iajusta el año y él me dijo: "Anita,
entre algunos días regreso por vos";
pero no lo quiso quizá tata Dios
¿Verdá, madrecita?

Cuando veyo el rancho de paja, el ranchito
q'él estaba haciendo pegado a la güerta,
y veyo tan sola.y cerrada la puerta
y yeno de montes aquel caminito,
siento que me muerde, aquí adentro, un dolor,
y que l'alegría también se me ha ido,
y me siento agora, lo mesmo que un nido
que no tiene pájaros, ni tiene calor...

Naide me lo ha dicho, pero es la verdá.
En la madrugada tuve un mal agüero:
se estaba apagando, mamita, el lucero
detrás de aquel cerro que se mira allá,
y asina s'iapaga también lo que quiero ...

No tengo ni ganas de mirar p'ajuera.
¿Qué Fhiace que vengan, que vengan los vientos
si a mis sufrimientos
nada güeno traen de lo que quisiera?
Ciérreme la puerta. Siento que me cubre
un frío las manos, Dios sabe qué tienen...
¿Que no s'hia fijado lo tristes que vienen
agora los vientos, los vientos de otubre?


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