Crear una empresa pública de servicio de Internet

El servicio de internet sigue siendo deficiente en El Salvador, se evidenció con la pandemia y las clases virtuales que no pudieron ser recibidas de igual forma por todos los alumnos en todo el territorio.

Las consecuencias de esa realidad serán evidentes mañana, cuando haya más jóvenes frustrados por no poder acceder a estudios superiores, ya que, a menos que las universidades (pública y privadas) bajen (todavía más) sus exigencias académicas, los jóvenes estarán escuchando un idioma ininteligible en las aulas de educación superior.

En El Salvador es imposible hablar de mundo digital, sin antes solucionar el acceso al internet, que al no ser barato, no es accesible a todos los salvadoreños, en segundo lugar es deficiente ya que se corta cuando la compañía lo requiere, desea o tiene una falla y, sin informar al usuario, lo ignora hasta que se soluciona y evita, inteligentemente para sus cuentas, ignorar la devolución en efectivo que por ley debería reconocer por servicios no prestados (Articulos 98 y 98-A "Ley de Telecomunicaciones").

Ante esta realidad, una propuesta.

Basado en que este gobierno ya demostró que no tiene miedo a la inversión en empresas (Diario El Salvador, Bitcoin como ejemplos sobresalientes) o inversión pública (Hospital El Salvador, Mega centro vacunación):

El GOES debe crear una empresa proveedora de servicios de intercomunicación (internet concretamente) de primera calidad (fibra óptica, antenas, microondas, satélital talvez) de modo que al tenerlo listo, sea obligatorio por ley que, esa empresa sea el proveedor oficial y único de servicios internet para el gobierno, por tanto el Ministerio de Educación, Ministerio de Hacienda, etc. Tendrán que contratar ese servicio en todas sus oficinas.

Ventajas de ejecutar la propuesta:

1. El ahorro en el presupuesto general, porque el costo será menor ya que como empresa pública, su objetivo es el servicio, no el lucro descarado, desmedido y egoísta.


2. Se cubren todas las escuelas, institutos nacionales, hospitales, casas de la cultura, bibliotecas, los “cubos” que están creando, delegaciones policiales, departamentales de todos los ministerios. Como sería ley (en este momento pueden aprobarla fácilmente por las matemáticas que les favorecen), tanto el Órgano Judicial, como el Órgano Legislativo estaría obligado a adquirir (y pagar) también al servicio y esto aumenta con los tribunales, cámaras de instancias, etc. También delegaciones departamentales de la Asamblea Legislativa.


3. Al estar a lo largo y ancho del país y no ser el lucro desmedido su objetivo, entonces puede brindar acceso gratuito a internet a los alumnos con nula capacidad económica, también con subsidio o precios casi al costo (mínima utilidad) a las cooperativas agrícolas, mercados, distribuidoras de productos, creando con esto una red de comunicación que podría permitir a los agricultores coordinar esfuerzos, distribuir productos cultivados, coordinar la producción con el fin de obtener mejores precios por sus productos, colocándolos a tiempo en donde ganan más.


4. Aumenta la seguridad, ya que las cámaras de video vigilancia (tanto municipales como nacionales) se conectan a una central, de modo que se pueda dar seguimiento a vehículos robados no solo en el centro de un municipio, sino en todo el país que se pueda, ver que carreteras toma y pueda ser interceptado. ¿Y los desaparecidos?, haciendo estadísticas de los casos ocurridos e investigados con resultados confiables, se puede determinar modo de operación y establecer planes de control en carretera y zonas a los que son secuestrados antes de ser asesinados.


5. Las empresas privadas que dan este servicio tendrán dos opciones, colocar precios realistas que compitan, porque el pez grande, es decir el gobierno, deja de ser su cliente más fuerte, deberán entonces “luchar” por los clientes privados, creándose así una verdadera competencia entre ellos, basada en calidad (alta), costo (bajo) y seguramente aumento de servicios.
   


6. Opcionalmente o en caso necesario, incluso en el improbable caso de que todas las compañías se  retiraran del país, por poca rentabilidad (entiéndase ya no podrán seguir metiendo sus manos en nuestros bolsillos), pues esta empresa pública, brinda el servicio a todos los salvadoreños y se convierte en monopolio (Artículo 110 Constitución de la República), eso sí, habrá que tener cuidado y estar despiertos para que no nos resulte otra compañía cubana o china, que controlan y limitan la libertad de sus ciudadanos controlando el internet. Será de exigir, desde el principio, que esa compañía haga todo público, de cara al ciudadano.
   


7. Y ya con esto funcionando, entonces sí, hablemos de El Salvador digital, entonces sí hablemos de mecanizar servicios, y de concentrarnos en gobierno electrónico.

Las condiciones para hacerlo están dadas, hay poder de decisión, votos en la asamblea, recursos según vemos con la compra de bitcoins y las fuertes inversiones que se han hecho y se han mencionado, excelentes profesionales y técnicos en telecomunicaciones, sistemas, programación, análisis de procesos, etc. trabajando en el sector público. ¿Qué falta? ¿Voluntad, interés en el ciudadano y sus necesidades? No lo sé, pero hay se los dejo.

Salvador Samayoa II

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La Comisión Nacional de Desarrollo fue una de esas cosas raras que de tanto en tanto ocurren en ese país, que son tan buenas, que los mismos de siempre critican, denigran, acusan, señalan, se oponen y, las más de las veces, de acuerdo a la historia, han logrado derribar.

Veamos, la Comisión era integrada por 5 personas y su producto final, fue la propuesta de (si mal no recuerdo) 4 macro proyectos de desarrollo: el desarrollo de la Zona Norte (carretera que como el litoral comunica abajo, comunicara arriba a El Salvador y sus pueblos), antes de esa carretera para ir de Metapán a Chalatenango, se hacía por caminos vecinales o, si se quería por carretera, implicaba ir a San Salvador y de allí a Chalatenango. Si mal no recuerdo el segundo proyecto fue una propuesta para revivir el río Lempa, ¿se imagina lo que sería El Salvador sin el ese río? y recuerdo (ojalá no esté "chochando" ya de viejo) una especie de zona industrial de desarrollo alrededor del Aeropuerto de Comalapa (hoy "Monseñor Romero"), el otro no lo recuerdo.

Un día de estos voy a buscar los documentos, porque eso es otra cosa, lo que hicieron lo documentaron. Para esas propuestas se reunieron a lo largo y ancho del país con la gente (no solo con alcaldes, gobernadores, políticos...) nada que ver con los tradicionales políticos, con la gente, se sentaron y crearon instrumentos que les permitieron llegar a las conclusiones que llegaron.

Me atrevo a afirmar que eso pudo haber sido el primer plan de país. al menos la carretera en el Norte y el desarrollo (por lo menos becas, institutos técnicos y otras opciones productivas se crearon) parecía llegar por fin al norte, la zona en la que la guerrilla fue más fuerte porque la pobreza era mayor...

Y dentro de ese esfuerzo estaba Salvador Samayoa, a quien no conozco, y ya lo dije antes, no es santo de mi devoción, pero sería muy asqueroso no reconocer los aportes que esa comisión, aportó. Sin duda no fue sólo él, pero estuvo dentro de ese proyecto, que si los mismos de siempre valoraran, reconocerían que es el mejor plan estratégico para el país, y es estratégico desde su origen, porque viene desde abajo, desde la gente... 

Salvador Samayoa I

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No es santo de mi devoción, para mi gusto es un engreído, lo cual siendo honesto no es un pecado, por molesto que nos resulte a algunos. No le conozco, aclaro el punto por que es justo. A lo mejor no es el pedante que pienso o creo, a lo mejor es la imagen que yo me he formado. Nunca lo he tratado. 

Lo más cerca que estuve de él fue en un partido de fútbol en el que desde afuera "motivaba" a un "Samayoa" (imaginé que era su hijo, no lo sé); y otra en la que fuimos invitados a una celebración de fin de año, con mi esposa, en ese momento, éramos parte de la directiva de la colonia y junto a Quique R. quien era el monitor del "Consejo de Seguridad Pública" en nuestra zona, hicimos historia en esta colonia, quitándoles el espacio púbico (parque) a los vagos. 

La teoría de ese Consejo era simple, en la medida en que los vecinos se "adueñan" del parque, los vagos se retiran. Funcionó. Fue una época muy bonita.

Entendí su mensaje porque yo fui de los que se oponían a que trajeran al "Pájaro" Huezo y otras estrellas del futbol, porque decía que cobraban sin necesidad (entonces estaba "empilado" en la austeridad pública), pero me convencí de mi error cuando inauguramos el primer torneo: juela, ¡eran un anzuelo!, hasta los vagos se detenían a saludarlos, los abuelos, los padres, no se diga los chicos, que buscaban desesperadamente estrechar la mano de aquellos titanes del futbol nacional y entendí cuál era la jugada.

Elaboramos torneos con reglas propias, por ejemplo una regla que recuerdo que nos dio problemas que aceptaron y ejecutamos fue la de que, en la categoría infantil y juvenil, el jugador que reclamaba al árbitro era expulsado por 5 minutos del juego y el equipo no lo podía reponer, si lo ofendía con palabras o gestos, se expulsaba definitivamente del partido. Quique nos explicó, es una forma de enseñar respeto a la autoridad, sin duda lo era.

Hicimos hasta un "periódico" que pegábamos en los postes con almidón los domingos en la noche, para que el lunes los chicos pudieran ver la tabla de posiciones (no era necesario, porque mientras duró el torneo, los parques se llenaban de gente, grande, chica, vieja, hombres, mujeres, todos vecinos), pero era importante porque los hacía valiosos al ver sus nombres como los anotadores o más destacados en disciplina.

Sí, la prevención es posible, no es tan rentable en las urnas, porque toma tiempo, porque requiere compromiso, lo sabemos nosotros que con el tiempo nos cansamos, Quique, cambió de trabajo y ya no fue lo mismo. Sin duda la prevención es valiosa, nosotros nos comprometimos porque nuestros hijos estaban pequeños, luego crecieron y nosotros tuvimos que trabajar más. Nos cansamos.

El colmo sucedió, cuando llegó cuando llegó como ejecutivo del consejo el Lic. Oscar Bonilla"... pero él ya descansa en paz.

El tiempo pasó y luego las pandillas crecieron y se adueñaron de los campos, lo supe cuando hablando años luego con un directivo de otra colonia, me dijo que se había retirado porque lo amenazaron en su casa, indicándole que lo que manejaban era producto pesado y que él estorbaba, o se apartaban o lo apartaban.. mandándolo al cementerio.

Sin duda, una persona que ha trabajado calladamente por El Salvador en beneficio de la prevención de la violencia, con un proyecto realmente rentable, efectivo, eficiente y exitoso ha sido Salvador Samayoa, era quien movía detrás todo... pero, como decía Walter en el bachillerato: "Qué sabe el sapo de chupar caña".

Leer o no leer, esa es la salvación

Primera imagen el cliente pide "Yo voy a tomar esa con forma de sombrero", el dependiente (personaje muy conocido) con expresión molesta le responde "Serpiente...". En la segunda imagen hay una cámara de video y un rótulo en el que se lee "1984 George Orwell" y la final incluye el texto "Los libros y las puertas son lo mismo los abres y pasas a  otro mundo".
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Leo un reportaje de BBC titulado "Cómo 'Ana Karenina' le salvó la vida aun prisionero en confinamiento solitario" y recuerdo la época de bachillerato que creo que fue cuando más he leído en mi vida. Siempre tenía un libro cerca, la Biblioteca Municipal había resultado insuficiente pero la Casa de la Cultura había llegado en rescate.

Unos años después, leí "Las Cárceles clandestinas en El Salvador" de Ana Guadalupe Martínez, y recuerdo que narra, como los presos políticos, en calidad de desaparecidos, por la dictadura militar, sobrevivían esa soledad, desamparo y violación a sus derechos humanos, haciendo "veladas" artísticas en las que recordaban libros leídos, poesías, cantos y los compartían con los otros prisioneros.

En una situación como la actual en que la pandemia nos obligó a encerrarnos en casa, sin duda quienes tenían libros en ella y además la costumbre de leer supieron aprovechar el momento y lo disfrutaron. Otros sobrevivieron el momento, gracias a la redes sociales, algunas de ellas con sus manipulaciones ocultas y el juego de los algoritmos que no entendemos y nos engañan con facilidad.

La lectura salva vidas, así de sencillo, en la medida que lee, usted deja de creer en boberías, reconoce el engaño, aprende historia, geografía. La lectura ya no le deja ser víctima de otros que han leído un libro más que usted y se da cuenta que las historias que le cuentan aquí, ya antes se las contaron a otros pueblos... con las consecuencias que tienen. 

La lectura da libertad, a lo mejor por aquello de que la verdad nos hace libres.

La lectura le da razonamiento, lógica, entendimiento como diría mi abuelita materna, sobre las cosas que pasan en su vida, en su vecindario, en el país. 

En muchos países, la lectura no es fomentada desde los gobiernos, porque no les conviene, no es lo mismo discutir que dominar, un pueblo ignorante (no leído) se domina con facilidad, el que ha leído, discute, exige que le razonen, que le den cuentas...

Leer es una decisión personal, sí, los libros son caros (algunos), pero siempre hay libros en oferta, hay ferias de libro cada cierto tiempo y el centro de San Salvador, tiene algunos vendedores de libros de segunda mano.

A pesar de lo caro, leer es una decisión personal: primero se debe ubicar la lectura en el lugar que debe ocupar, luego será cambiar algún gasto (cerveza, libro, cine, disco, etc.) por libro y en cada pago, comprar uno, solo uno, esto le permitirá tener 12 libros en su biblioteca cada 12 meses. Anímese y entenderá con facilidad los dibujos del inicio de este comentario.

La de los salvadoreños...

"Como que usted fuera en la Ruta 23 para San Ramón, con las rodillas en las costillas del de adelante, Si a eso solo le faltan que lleve gente parada y que los canastos se tiren en el pasillo", Es mi maestra de Inglés, la que comenta su última experiencia en una línea aérea de los salvadoreños.

Se queja del servicio, de los horarios, pero sobre todo de la ausencia de comodidad y del mal servicio. Eran años de guerra, años en los que la línea era reina y dueña de cielos y tierra de Comalapa. Años en los que lo que más abundaba eran salvadoreños moviéndose con visa hacia México (para llegar a pie más al Norte) y los que habían logrado legalizar ya en el Norte, llegando a visitar para agosto, Semana Santa, Navidad, fiestas patronales de sus pueblos, repletos de maletas (por las que pagaban extra, ya que ese es el negocio).

También la utilizaban, los que, con suerte, no se desvelaron en vano y lograron visa para un sueño, luego de estar desde las primeras horas del día o de las últimas de la noche anterior, haciendo cola en el portón de la embajada. 

No era necesario la atención al cliente ¿para qué? si clientes es lo que más abundaba.  Con esa empresa pasaba lo que pasa con los trabajos de nivel básico hoy: "¡¡Que se vaya, 100 van a venir a hacer cola para que los contratemos!!" y hombre, no hay que despreciar el patrioterismo que tan bien funciona en países tercermundistas. "Si la siento mía, la defiendo", así es que había que hacerla de los salvadoreños.

Pero es que con esa empresa pasó lo que pasa con los niños muy mimados, de tanto contemplarle y tratarle con paños finos y algodonados, terminan convirtiéndose en malcriados y abusivos. Era la negación del capitalismo: cero competencia, tolerancia fiscal extremada, encima no existía defensoría del consumidor, que ahora al menos le piden la factura como consuelo... en fín, el ideal del capital extremista: ingresos, ingresos, ingresos, egresos al mínimo y total control en aire y tierra. Pero la clave de todo era el patrioterismo, es que no hay nada como lo propio, lo mío ¿verdad?

Romero C...

Rafael, no sabe ni como, pero en este momento se encuentra moviéndose dentro de la marcha de punta a punta, "de metido" o alguien se lo ordenó, no lo recuerda, la cosa es que en el ir y venir, ve que empiezan a aparecer en las paredes una pinta original pero no acordada para la marcha: "Romero culero" y la firma de la organización.

En ese año el presidente de El Salvador se llama Carlos Humberto Romero y enfrenta una creciente oposición desde la izquierda democrática y la izquierda radical.

Esa "pínta" no es un mensaje que se haya considerado para esta marcha y empieza a buscar al poeta... una dirigente nacional lo detiene y le dice "Mirá hay algún compañero pintando Romero culero y eso no es nada revolucionario, ubícalo y evita eso", "En esto estoy" le contesta Rafael.

De tanto ir y venir, logra ubicar al prójimo sobre la 25 Avenida, y se le acerca, es un campesino, de los que desde el Oriente del país han llegado a marchar, lo detiene justo luego de la "Romero c" le explica que ese mensaje no está considerado a ser pintado y que además no tiene un mensaje "revolucionario", que hay que pensar que la pared quedará pintada y el siguiente día el "pueblo" debe ver un mensaje que le inspire o indique algo.

El hombre parco para hablar y recio como campesino que es, dice que a él le parece que sí, que expresa lo que ellos piensan, que el hombre es lo que dice la pinta, porque no se enfrenta al pueblo en las mismas condiciones sino que le echa al ejército que tienen más armas... Rafael decide detenerlo para no amanecer en la discusión y le entrega dos o tres frases que puede ser escrita y que son un mensajes "revolucionarios al pueblo", que lo que escriba, que amanecerá y la pinta la verán los trabajadores, los obreros desde el bus en que vayan a trabajar, pero al hombre no le interesa la posteridad, quiere seguir escribiendo lo que piensa.

Ante la discusión se acercan otros compañeros de seguridad, que finalmente apoyan a Rafael y entonces el campesino acepta escribir los mensajes que ha recibido... Discusión cerrada, mensaje cambiado y a seguir caminando de punta a punta observando qué ocurre... Rafael ya transpira.. y piensa "culero o no, lo sacamos porque lo sacamos..." se motiva pensando que no es por gusto el cansancio, porque apenas van por la 25 Avenida frente al Externado...

Tanta Esperanza

Imagen de carácter ilustrativo

Dormir en el suelo sobre cartones es incómodo, pero soportable... lo helado del fierro y el frío que cala desde el suelo a pesar de los cartones también, incluso el dormir vestido y con los zapatos... lo que "mata" es que cada dos horas te despierten para cubrir el turno de dos horas que tiene tu nombre, más bien tu apodo.

Hay pocos para esta noche... un absurdo: si "el enemigo" decide entrar al campus, van a barrer con todos... apenas una chinga para cada uno y una "gertrudis". Pero hay responsabilidades que atender, hay un herido que se está recuperando, quien desde su rincón y ante el plan de escape descrito se atreve a proponer, que lo dejen a él con la "gertrudis" atrás para cubrir el escape, que de todos modos él va a retrasar. El comandante, hijo de padre poeta, lo manda callar y ordena prestar atención se definen los cuatro que sacarán al herido, quienes en punta y los sorteados del final. Todo arreglado.

Desde las nueve que va quedando solo todo aquel terreno y las luces de los edificios van cerrando los ojos, el silencio es total. El sueño ajeno se respeta, de hecho cada quien sabe dónde se tenderá cada uno porque hay que despertarlo para su turno y no va a ir a despertar al equivocado, la luz y el ruido están prohibidos... Todo eso se agradece.

Viejos y jóvenes, campesinos y de ciudad, hombres y mujeres, todos iguales en esta noche de desvelo y tensión... todos con historias diversas de escondidas y escapes, de familias asesinadas, o abandonadas por su propia seguridad... de tristeza profunda, pero de tanta esperanza, tanta esperanza...

La versión de Quinteto Tiempo

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El edificio está repleto de ventas y sobre todo de gentes, vendedores, compradores, ladrones, curiosos y entre ellos, grupos aquí y allá de jóvenes, campesinos, obreros, muchos usan gorras, "cachuchas". No compran, aun cuando algunos, moviéndose entre las ventas, peguntan precios. Es una de las entradas al mercado central, en la que recuerdo muchas gradas, en ellas, los jóvenes se sientan, fuman, conversan.

Alguien grita: "Tomarse la calle, tomarse la calle", es una orden que se va repitiéndo entre los presentes y esos grupos, levantan del suelo bolsas, cajas que abren y empiezan a extender mantas, algunos "compradores" que preguntaban precios se añaden... extraen banderas, pañoletas y mantas que extienden en el medio de la calle y la manifestación se prepara.

En este proceso, varias "hormigas" (militantes de la Juventud Comunista de El Salvador) inician el canto, en un susurro, y luego, subiendo el volumen poco a poco... Es la versión de Quinteto Tiempo del "Pueblo Unido"... lo cantan desempacando sus mantas, mientras se cubren el rostro con las pañoletas, distribuyen las banderas y se ubican en el lugar que les ha sido asignado dentro de la marcha, justo allí, alcanzan el clímax del canto... 

Será 1980, alrededor de octubre de 1980. Para entonces, las organizaciones político militares tenían conversaciones para crear un frente único de lucha militar y político. Las organizaciones abiertas, los frentes de masas, entonces ya se apoyaban en diversos actos. Esta es una manifestación convocada por alguna de las organizaciones (BPR, FAPU, LP-28, PCS, no recuerdo), y las demás aportan militantes como muestra de apoyo, solo apoyo... cada organización conserva su identidad, por tanto utiliza sus símbolos, colores, banderas, pañoletas, consignas y cantos... 

La hora será, cerca de las 4:00 p.m. y la marcha llegaría a su destino por la noche... y en todo el camino, esas hormigas cantarán de tanto en tanto esta versión del Quinteto Tiempo...

La mediocridad

Dr. Martínez Moreno

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Leo el artículo "Martínez Moreno: mi relación con Roque Dalton" publicado en Revista "ContraPunto" y me lleva a reflexionar sobre un valor que se ha perdido en la política nacional: el respeto mutuo.

La mutua admiración entre grandes personajes de la política y la literatura (David Escobar Galindo; Roque Dalton, Shafick Handal, el mismo Dr. Martínez Moreno que se mencionan en el artículo y muchos otros contemporáneos de ellos), era palpable, a pesar de las diferencias ideológicas existía respeto y esto no implicaba de forma alguna, renunciar a la discusión, ocultar las diferencias, aceptar ciegamente las posiciones de la contraparte.

Hablamos de gigantes intelectuales, de hombres que dentro de sus propias concepciones, buscaban ser sobre todo coherentes, fieles a los principios que de su boca salían. El ser gigantes, les hacía innecesario acudir a la descalificación, a la ofensa, a la envidia. ¿Qué puede envidiar un Gigante, ante otro similar?

Un valioso valor que se perdió en la política actual.

Una pérdida natural, porque poco antes de iniciar la guerra, durante ella y sobre todo, luego de su finalización, los requisitos para la participación política se minimizaron a la obediencia ciega, a la aceptación de lo que la dirección dice y establece como verdad absoluta... A la garantía de la permanencia segura, en tanto la obediencia al partido y su dirección se mantiene.

Los valores, los principios, las ideas, se redujeron a la mínima dignidad reflejada en un chiste de 1979, cuando un político expresa en público: "Digo las cosas como son, no tengo miedo... yo le llamo al pan, pan, al vino, vino y a todo lo demás... como me lo ordene la jefatura".

Así, la mediocridad llegó a reinar... y sigue reinando en la política nacional, de allí los resultados que tenemos. Porque en la política partidaria actual no se requiere pensar, sino solo obedecer... llamar al pan, pan; al vino, vino y a todo lo demás...