domingo, 14 de septiembre de 2014
La TV
Descubrí la televisión y los dibujos animados el mismo día de 1967. Estudiaba segundo grado de educación básica y saliendo de la escuela al mediodía, había varios niños, sentados en la grada de una casa, mirando hacia dentro por bajo unas persianas. Cuando iba frente a la casa uno de ellos se levantó y dejó un espacio que, como polo opuesto de un imán, me atrajo y me senté a ver lo que atraía tanto niño. Era un televisor blanco y negro y justamente iniciaban la programación de dibujos animados.
Pues me quedé por un rato viéndola, hasta que la señora de la casa, una mujer de unos 50 años, me dijo: "Niño ite ya para tu casa" y entonces pensé que señora más egoísta, y apenado me di cuenta que era yo el único niño en la grada, me levanté, me fui y, empezando a caminar, me asusté porque nunca hasta esa fecha había visto las calles completamente solas, sin una sola persona caminando por ellas, excepto yo. En 1967 Santa Ana, era una ciudad pequeña y era normal que la gente salía de su trabajo al mediodía, iba a almorzar a su casa y luego regresaba al trabajo porque había un receso de una hora o más al mediodía en todos los trabajos (privados o de gobierno). Entonces entre las 12:30 p.m. y la 1:30 p.m. las calles estaban completamente solas.
Evidentemente el imán me atrapó por completo y cuando la señora me dijo que me fuera a la casa era porque había pasado casi una hora desde que habían cerrado la escuela. Con todo, no era el único caminando en la calle, a lo lejos, en sentido contrario, una silueta de mujer caminaba tanto o más rápido que yo, al reconocerla vi a mi madre con aflicción en el rostro. Me alisté para la tormenta. Me vio, sonrió, y me preguntó que había pasado. Le expliqué como me había quedado viendo televisión. Me tomó de la mano y me pidió que nunca más hiciera eso.
Dejando de lado las consideraciones sociológicas y psicológicas alrededor de este asunto, puedo decir que ya nunca más dejé que la televisión me atrapara al punto de perder sentido de las prioridades.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario. Lo revisaré y si no es ofensivo en ninguna forma, sin duda lo publicaré. Gracias de nuevo