“Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti,
de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte,
entre la bendición y la maldición.
Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.”
Deuteronomio 30:19,
de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte,
entre la bendición y la maldición.
Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.”
Deuteronomio 30:19,
Un amigo escribía hoy en su muro una oración en la que le pedía a Dios que nos salve de todos los políticos corruptos sin importar el color que tengan, de los jueces injustos al servicio del poder. Le pedía además que nos libre de los que no mezclan política y religión y que la tierra sea para quien la hace producir y expresaba hambre y sed de justicia. Finalizaba esperanzado en celebrar la independencia de la pobreza y la corrupción.
Si bien Dios como padre se preocupa del bien del hombre, no es quien le resuelve los problemas. Los hombres y mujeres debemos asumir nuestras responsabilidades, somos nosotros quienes elegimos a los corruptos, son esos corruptos los que eligen a los jueces, somos nosotros los que asistimos a esas iglesias que pregonan que la felicidad está en el cielo y que la tierra es para sufrir. Somos nosotros los que elegimos.
Dios permite que el hombre avance en la dirección que desee, ha advertido sobre lo que puede ocurrir al seguir el mal, la violencia, la injusticia. Ha creado un manual para la vida del ser humano, se llama Biblia y es el que indica cómo se debe actuar, pero como ocurre cada vez que compramos un aparato eléctrico, el manual se va junto con el envoltorio del aparato a la basura y luego, cuando el aparato funciona mal o se daña por uso inadecuado ¿es culpa de diseñador, del constructor o del vendedor?. Nosotros elegimos no leer el manual, la responsabilidad es nuestra. Nosotros elegimos.
No podemos esperar que Dios, encima de que ha venido a darnos inteligencia y razonamiento, ahora venga y nos haga la plana. Ya nos dijo por donde es el camino, ha puesto guías del calibre de un Oscar Arnulfo Romero, ¿Para qué seguirlo incomodando, aun y cuando hemos aprendido que su paciencia es infinita? Nosotros decidimos el futuro nuestro y de nuestros hijos. Nosotros debemos exigir a los partidos políticos que respeten nuestra decisión y debemos aprender a votar por rostros en lugar de por banderas, que es lo que hace que los mismos de siempre lleguen y sigan haciendo las mismas burradas, cobrando los enormes salarios y amargándonos la vida con reformas de pensiones, incrementos de precios, opacidad en las cuentas públicas.. es nuestra responsabilidad, nosotros elegimos.
Dios existe, sin duda, pero construir el reino es nuestra misión, debemos dejar la comodidad de que cada vez que las cosas salen mal es por que Dios lo permite, cuando somos nosotros mismos los que elegimos ese camino, ese político, ese partido... Nosotros, somos los responsables NOSOTROS ELEGIMOS.
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