viernes, 1 de mayo de 2015
¡Inseguridad jurídica,
El Salvador sin Asamblea Legislativa
Foto del Portal de la Asamblea Legislativa de El Salvador.
No han contado aun todos los votos, los señores del Tribunal Supremo Electoral, no han podido con la tarea o han, intencionalmente, retrasado el conteo para que lleguen al primero de mayo y no tomen posesión los diputados por San Salvador. Y eso, es culpa de la Sala de lo Constitucional, porque, como explico más adelante, están empeñados en hacer respetar la voluntad popular, sin considerar las limitaciones matemáticas, lógicas o de procedimiento que existe en un ente que tiene como función básico conteo de papeles.
Escucho en televisión a un diputado preocupado diciendo que si ocurre una catástrofe, que ojalá Dios quiera que no ocurra, ¿quien decretará el Estado de Emergencia?
Si ocurre una catástrofe, sin importar si es terremoto, hundimiento (no económico sino del suelo patrio), huracán, tornado, temporal, sequía, esa catástrofe sin duda, será responsabilidad de la Sala de lo Constitucional, porque se ha demostrado hasta la saciedad que en este país, esta Sala de lo Constitucional es responsable hasta de los embarazos no deseados.
Pero, y si no ocurre y el diputado no tiene que declarar estado de emergencia, ¿Ocupará el tiempo para legislar, evitando que el turismo legislativo deje de seguir sangrando el erario público?
Hay 24 personas que que aun están esperando su integración a la Asamblea y, al menos cuatro de ellos que todavía no saben con certeza si van a tener que trabajar o van a ser diputados por los próximos tres años y eso sin duda alguna, crea preocupación en sus familias y en ellos mismos, que a lo mejor, tienen varios períodos de sacrificarse por el beneficio del pueblo salvadoreño o a lo mejor es primer período que tendrán que realizar ese sacrificio.
Ser diputado en El Salvador, requiere tener una alta dosis de sacrificio y sobre todo lealtad al partido que lo propone. El partido busca entre su militancia a los más esforzados, inteligentes, preparados, sacrificados, pero sobre todo, leales y les ordena el sacrificio supremo de dejar su trabajo por un salario que si bien no está a la altura de su lealtad, le permite sobrevivir con apenas $2,311.43, que menos mal completa con los gastos de representación ($800) y gastos de transporte y comunicación ($914.29), estos últimos ingresos, afortunadamente, libres de impuestos de renta gracias a una interpretación auténtica de la "Ley del Impuesto Sobre la Renta" que en su oportunidad hicieron los señores diputados a solicitud del actual alcalde de mi pueblo. Es decir, que a esos ingresos no les deben hacer retención de renta, ingresan a sus flacas carteras "libres de polvo y paja" como decían los viejitos.
Que inseguridad jurídica en la que nos encontramos... es terrible, todo por culpa de cuatro jueces que se han amarrado bien los pantalones y no les tiembla el pulso (a quien le escuché decir eso alguna vez) para firmar sentencias sin importar el futuro de estas cuatro familias que hoy están en el limbo, porque al final todos los partidos políticos habían decidido pasarse por el arco del triunfo la decisión popular y repartir como repartieron, pero no, vienen estos señores con la idea de hacer respetar la voluntad popular y firman una sentencia exigiendo respeto a la voluntad de quienes votaron por rostro... ¿A quien le ha importado alguna vez lo que el pueblo quiere?
La inseguridad jurídica en este país es tan grave en este momento por culpa de cuatro señores, que me ha generado una gran preocupación y no me permite decidir la cena de este día ¿pupusas o tamales?
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