Me avisaron antes de las 7 de la mañana, recién había ocurrido, las ventajas de los celulares. A mi me tocó decírselo a mi esposa, su madrina. He perdido práctica o a lo mejor es el cariño que le sentía a este cipote.
Le conocí al casarme con mi esposa, un chico que por huérfano tuvo que hacerle ganas, desde muy tierno, si bien convivía con personas que le querían, tuvo que trabajar desde siempre, como es en el campo, pero hay que dejar claro que como es en el campo con la gente pobre, con los de extrema pobreza como le llaman los políticos que andan en blindadas y con seguridad pagada por nosotros. Él era de los primeros, de los de extrema pobreza.
Leía con dificultad, como le enseñaron en la escuela a la que asistió. En la escuela de pobres, lejos de los colegios católicos en los que tuvieron la fortuna de educarse mis hijos, lejos de los lujosos colegios bilingües en los que se educan los hijos y los nietos de los políticos esos que andan en blindadas y con seguridad pagadas por nosotros. Aun así le hizo ganas, y siguió trabajando.
Se casó tuvo hijos y siguió trabajando. Le acusaron de un crimen, le capturaron y metieron a la cárcel, como suele pasar con los pobres. Pero es un chico querido y sin tener más familia que su esposa e hijos, sus amigos quienes le vieron crecer y le quisieron se unieron para pagar un abogado, que en un dos por tres demostró que la testigo criteriado, no era más que una mala contadora de cuentos... Al final del juicio al que lo sometieron quedó en libertad de inmediato, el "caso" apestaba de errores, inconsistencias, mentiras puras pues... Salió libre, pero ¿Quien le repone a los pobres el tiempo perdido en una cárcel en la que lo sumerjen por una acusación injusta, realizada solo para complacer a alguien con poder económico o político?
Salió asustado, hablé con él y sentí una profunda pena, un hombre pobre, forjado en el trabajo diario, sentía temor de salir a la calle porque le daba miedo que accidentalmente se viera involucrado en algún problema y fuera nuevamente a la cárcel. Hablamos de la prisión de cómo era la vida, de lo que comía (cuando lo hacía), hablé con él y sentí... rabia, ¿que más? ¿Cómo un abogado puede desgraciarle la vida a un ser humano y ver por la noche a sus hijos y besarlos y creer que ha hecho "el negocio de su vida" como diría Roque de los "cuerpos de seguridad" que reprimían al pueblo? ¿Como un "ser humano" puede ser tan mierda y verse al espejo sin vomitar?
Con el tiempo superó el temor y volvió al trabajo, el hambre es terrible y se vio forzado a eso, porque de común acuerdo se le fueron cerrando las fuentes para que él mismo buscara el arroyo. Así fue. Pero no fue igual, se volvió más callado, mucho más reservado, se había perdido algo. Pero siguió trabajando duro, como todos los pobres, como los que sienten vergüenza y son incapaces de llevar un alimento a la mesa de su hogar si no es con el sudor, con la fuerza de sus brazos.
Por eso hoy de madruga iba a trabajar y fue aquí, camino a su trabajo que le asesinaron. El periódico dice que fue arma blanca y una escopeta, allí mismo, le da honor en su muerte: "PNC dice que no tenían registro de que la víctima fuera pandillero", Medicina Legal hablará de un nuevo reconocimiento, en las estadísticas será un nuevo número. Los políticos esos que andan en blindadas y con seguridad nos seguirán pidiendo fe; los diputados no hablarán de él como hicieron con Noe (el alumno de mi esposa en la Escuela de Educación Especial que mataron recientemente), porque no habrá indignación por la muerte de un pobre y desconocido ignorado por los medios de comunicación... La familia que le vio crecer está impactada. Todos lo sentimos y lo extrañaremos en su silencio, en su mirada triste y penetrante, en su amor al fútbol, en su risa sonora que se había vuelto escasa... Dios existe, por eso estoy seguro que hoy sos feliz Yova. Descansa en paz.
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