sábado, 9 de noviembre de 2013

Lety





No me lo creías, pero era cierto: era la primera vez que comía pancaques.

Tu hogar fue un lugar de muchas primeras veces, tu familia me hizo olvidar que no podía tener amigos, que era arriesgado. Pero quien se podía negar a la plática inteligente y tan centrada de tu madre o las bromas y constante risa de tu padre. La seriedad de Román y por supuesto del gran Dany, pero por sobre ellos, tu amistad, así en una palabra: AMISTAD.

En tu hogar vi por primera vez una relación padres hijos de amigos, cercana, comentando todo lo que ocurría. Viviendo en familia, así de simple, así de complicado y difícil.

Verte de nuevo ha sido una gran alegría, poder conversar contigo, tu esposo, tu madre...

Tus sobrinos tienen una gran fortuna al tenerte como tía tan cercana. Sos un increíble ser humano.

"You got a friend", fue un regalo tuyo, lo escuché en uno de tantos días en los que llegué a tu casa, para desintoxicarme de tanta porquería, pusiste la funda del Long Play en mis manos: "Tapestry"... me empezaste a contar sobre la canción te pregunté que significa Tapestry y me dijiste que "Tapicería" y una vez más tu casa se convirtió en el refugio que me permitía relajarme.

Siempre detallista, siempre atenta a las necesidades de los demás, eras capaz de adivinar en el rostro, si andábamos sin alimento y de inmediato preparabas algo para comer. Aun recuerdo una ocasión en la que la mesa se llenó estaba Edwin, el Choco, Román, tu y yo y Edwin siempre atraía tu atención para que vieras como sumergía el pan en el café, porque, luego me dijo, tu lo considerabas mala educación. Si así era yo nunca lo supe, porque conmigo siempre fuiste especialmente tolerante (además yo no metía el pan en el café).

Jóvenes al fin, corriendo por la vida y tu tratando de que cada segundo en tu hogar fuera de alegría, de hermandad, fuiste capaz de convertirlo en un oasis en ese desierto de odio que nos rodeaba.

Lety, tanto que agradecerte. Te quiero. Siempre que escucho a Carol King o mejor dicho cada vez que escucho "You got a friend" con cualquier cantante, te recuerdo en tu hogar, tu pelo suelto, sonrisa en el rostro, alegría en esos ojos vivos y bellos, siempre interesada, realmente interesada en como vivía (o sufría) mi vida, animándome, a lo mejor soñando que algún día podía convertirme en un creyente como tú. Tu nivel de coherencia siempre me impresionó. Nunca agradeceré lo suficiente el haberte conocido y sobre todo el contar con tu amistad. Gracias por todo Lety.

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