Un Cuento... Cuento

Un cuento en esta realidad repleta de mariposas amarillas:

El “Challenge” o reto actual, en este espacio llamado Cuscatlán, es sobrevivir al baño de pureza, salir convertido en un santo y seguir vendiendo espejitos a los incautos “botantes”. Y vaya que hay cientos de ellos, aquí un cortísimo listado:

• El que siendo diputado tenía un empleado en su rancho de playa… pero cobraba (el empleado) en la Asamblea Legislativa, mientras bajaba cocos, cortaba grama y atendía a los patrones los fines de semana y vacaciones.
• El que siendo director de una institución de salud, se auto-becó en México, y nosotros, pagamos sus estudios, pasajes de avión, viáticos, alimentación, hospedaje, para que, luego de robar todo lo que robó, le puso “dedo” a su jefe, saliera libre y hoy es un honorable empleado en el extranjero gracias a la beca que le pagamos.
• El que nada sabe porque cuando eso pasó, él estaba muy chiquito en el extranjero, jugando a graduarse.
• Los que recibieron dinero hurtado del fondo general y ahora asumen caras y actitudes de ofendidos, cuando un atrevido (o enviado por el partido de oposición) periodista les pregunta sobre eso.
• El que de viaje en viaje inventado hizo una buena masa de billetes a puro viático y pasajes de avión ficticios.
• Los que crearon, prestaron el nombre o robaron ONG´s para poder ser destinatarios de algún subsidio que fue aprobado por ellos mismos en la Asamblea Legislativa.
• El que ordenó publicar un gran listado de números de documentos sin nombre, que incluían los de él y sus parientes, para perdonarse deudas con el Estado.
• Los que acarreaban (y quizás todavía acarrean) con resmas de papel, lapiceros, lápices y otros implementos, desde la oficina de gobierno hasta sus casas.
• Otros que también acarreaban gasolina, aceite y no sigo porque más de un “botante” va a llorar, cuando vea su carro.
• Tanto inútil que cobra salario porque es amigo, pariente, militante… pero jamás ha sido trabajador.

Y mejor le paro porque me estoy emocionando y van a salir los que no deben, o sí deben, pero nunca pagarán… y para terminar el cuento... los "botantes" siguieron engañados botando por los mismos por siempre...