A todos los salvadoreños que sobrevivimos la guerra,
la firma de la paz nos impactó de diferentes maneras.
En los días previos a la firma, durante la firma y posterior a la firma de los
Acuerdos de Paz, trabajaba en "La Prensa Gráfica" y
con cuatro amigos (equipo que luego se amplió), iniciamos
un proyecto "loco" que concluyó en un documento que alguna utilidad,
espero, haya tenido para quienes lo han adquirido.
La vida no se ha detenido:
don Ramón, el gran jefe y mejor amigo, descansa ya en paz.
Leo, jubilado, abuelo y ejemplo de fe católica, sigue siendo la razón en el caos;
Mario emigró definitivamente, hoy es parte de ese millón que son la diáspora.
Ricardo es reconocido editor en un gran periódico digital;
Toño Herrera labora en una reconocida universidad y sigue siendo excelente fotógrafo.
De Manuel y don Julio no se nada hace muchos años,
espero que estén bien y sean felices.
El único objetivo de ese documento era dar a conocer lo que había ocurrido.
Creíamos (creo que todavía creemos igual)
que conocer la historia es indispensable para evitar
cometer los mismos errores
una y otra vez,
conocer la historia es indispensable para,
atentos a la realidad,
advertir las desviaciones que buscan esas repeticiones.
Salimos de una guerra y, quienes la vimos, vivimos y padecimos, no queremos otra.
Esta es, en cuatro partes y una más de Mario Erwin Larín, el cómo construimos ese
documento hace ya más de 20 años.
Parte II
Parte III
Parte IV
Reflexión de Mario Erwin Larín
la firma de la paz nos impactó de diferentes maneras.
En los días previos a la firma, durante la firma y posterior a la firma de los
Acuerdos de Paz, trabajaba en "La Prensa Gráfica" y
con cuatro amigos (equipo que luego se amplió), iniciamos
un proyecto "loco" que concluyó en un documento que alguna utilidad,
espero, haya tenido para quienes lo han adquirido.
La vida no se ha detenido:
don Ramón, el gran jefe y mejor amigo, descansa ya en paz.
Leo, jubilado, abuelo y ejemplo de fe católica, sigue siendo la razón en el caos;
Mario emigró definitivamente, hoy es parte de ese millón que son la diáspora.
Ricardo es reconocido editor en un gran periódico digital;
Toño Herrera labora en una reconocida universidad y sigue siendo excelente fotógrafo.
De Manuel y don Julio no se nada hace muchos años,
espero que estén bien y sean felices.
El único objetivo de ese documento era dar a conocer lo que había ocurrido.
Creíamos (creo que todavía creemos igual)
que conocer la historia es indispensable para evitar
cometer los mismos errores
una y otra vez,
conocer la historia es indispensable para,
atentos a la realidad,
advertir las desviaciones que buscan esas repeticiones.
Salimos de una guerra y, quienes la vimos, vivimos y padecimos, no queremos otra.
Esta es, en cuatro partes y una más de Mario Erwin Larín, el cómo construimos ese
documento hace ya más de 20 años.
"El Conflicto en El Salvador"
Parte IParte II
Parte III
Parte IV
Reflexión de Mario Erwin Larín
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