Dicen que no son tristes las despedidas
dile a quien te lo dijo que se despida...
Atahualpa Yupanqui
Entre ejercicio y ejercicio de "Conta", me he colocado los audífonos y he buscado en el disco viejo de la música algo que me bote el estrés de los problemas que voy resolviendo. Encontré a Atahualpa Yupanqui y entonces me doy cuenta de todo lo que perdimos en el camino, porque al principio Yupanqui era el padre de la copla, el que guiaba con su poesía sencilla y honesta, lo que queríamos conquistar: solidaridad, hermandad, solidaridad, compartir, solidaridad, amistad, honradez, solidaridad, justicia...dile a quien te lo dijo que se despida...
Atahualpa Yupanqui
Escuchando a Yupanqui, veo de nuevo a Oscar Fonseca con su mirada de poeta pobre, recordado a Facundo Cabral, cuando (según nos contó) sentado en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, en un momento del concierto dijo: "Es un orgullo estar sentado en el mismo banco en el ha estado el tata de todos nosotros: Atahualpa Yupanqui" y una ovación en ese Palacio rendía homenaje a quien nos consolaba la tristeza y alimentaba la esperanza.
¿Qué nos pasó en el camino? Nos cansamos, la lucha imposible fuera y dentro contra la falta de honestidad; la falta de coherencia... que más... no es momento de hablar de esto. Debo seguir resolviendo los problemas de"Conta" pero que rico saber que alguna vez pensamos que era posible "tocar el cielo con las manos" como diría el Presidente Mujica en su discurso de toma de posesión... Hay esperanza, claro que la hay, solo que no se donde está guardada la mía...
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