miércoles, 30 de abril de 2014

Un primero de mayo


"En busca de una nueva flor" - Canta: Argelia Fragoso
Tema del XI Festival Mundial de la Juvetud y los Estudiantes - Cuba 1978


Un primero de mayo, uno más entre tantos vividos desde mi primer de mayo al lado de obreros.

Aprendí a respetar, a querer a los dueños de esas manos callosas que estrechaba con gran alegría, mientras compartía sus sonrisas y escuchaba sus enseñanzas.

Ellos sabían mucho de tanto leer, conocían tanto por la experiencia ganada, algunos en las mazmorras de la dictadura. Me fortalecía el valor que demostraron en esos momentos, el que gastaban día a día.

Historias reales, recientes, aun recuerdo cuando, hablando de las torturas, dos de ellos recordaban con respeto a un tercero, que junto a ellos soportaba a los esbirros. Y mencionaban las actitudes diferentes, uno de ellos jugaba con sus verdugos "¿Donde están las armas?" y contestaba "Y por eso me están golpeando, allá están hombre" y señalaba desde el cuartel central de la Policía Nacional hacia el Cuartel "El Zapote" y más golpes, "¿Quienes son tus cómplices?", "Pues yo recuerdo a tu papá en una reunión clandestina..." y nuevos golpes... el segundo trataba de razonar, de concientizarlos. Pero el tercero, solo pujaba ante los golpes. Cuando al final, libres se reunieron le preguntaron y el respondió: "Esos animales no son seres humanos, solo dirigirles la palabra era traicionar mis ideales".

Veía con gran admiración a las menos (en cantidad), las mujeres obreras sindicalistas, bellas mujeres de todos colores, tallas, repletas de ternura que compartían en su lucha diaria por sus compañeras en las fábricas, en los beneficios, en los almacenes. Feministas en una época en que no se sabía que eso existía.

Con todos ellos y ellas me sentía feliz, era la época en que quería usar "overoles". De momento me conformaba con una gorra de ferrocarrilero que me costó una gran suma de dinero (onerosa para el presupuesto familiar), evidentemente eso no me convertiría en obrero, pero me sentía más cerca de ellos, de su vida, de su padecer, de su esperanza...

Entre todos hoy recuerdo especialmente a Gloria, y la velada que en su casa tuvimos luego de su regreso del "Onceno Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes" en Cuba para escuchar los discos que había traído, Pablo Milanés, Las Canciones del Festival en su casa, arrimados todos en la pequeñísima sala de su pequeña casa, sentados en el suelo, en una silla, en donde hubiera espacio. Gloria que, unos años más tarde, aparecería asesinada, torturada... La recuerdo viva, alegre, compartiendo su música en este nuevo primero de mayo.

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