La creatividad abundaba...

Con estas idas y venidas del día de muertos, me acordé de personas e historias (que me contaron):

Carlitos le comenta a Rafael: "Hoy vi al Choco" iba para un cumpleaños y se puso a reír burlón. "¿Y Quién cumplía años?". Pregunta Rafael. Carlitos solo sigue riendo. A esas alturas Rafa sabe que lo que no le interesa no se pregunta y se queda callado.

Carlitos agrega: "Llevaba un queique del Hawaii, y un regalo". Hawaii era, en ese momento, la más famosa pastelería de Santa Ana y un queique para nosotros era una caja grande (para cargarla con las dos manos).  Rafa piensa en la indisciplina del choco, porque no hay que llamar la atención, sobre todo él que está en la clandestinidad y una fiesta es música, ruido, piñata o "guaro" (o ambos).

Carlitos entonces suelta: "Nombre, lo que pasa es que el pastel es un chingo de propaganda que lleva, el regalo encima del pastel, es una 9 mm y además 2 granadas". Entonces es Rafa quien se ríe, porque realmente, estaba pensando en la indisciplina del choco enfiestado.

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Lo más difícil era conseguir locales para reuniones, y peor cuando las reuniones salían de urgencia, imprevistas... 

Eso le pasó a Carlitos un día. Carlitos tenía un viejo vehículo, así es que subió a la gente de la célula y salió desde Santa Ana, camino a Chalchuapa, entonces esa era una verdadera carretera, con zonas libres de casas y gente. En una de esas zonas se detuvo. abrieron el baúl, descargaron la llanta de respuesto, quitaron una de las de atrás, y allí, simulando que cambiaban la llanta, se tiró uno bajo el vehículo, otrao se apoyó en el mismo, los tres restantes acurrucados, cada vez que se acercaba alguien o aparecía un vehículo, todos simulaban estar ocupados, moviendo, agarrando, destrabando algo. Luego seguían discutiendo. 

Lo único malo es que Carlitos era bien conocido y entonces seguido se detenían vehículos (amigos del viejo que lo veían en apuros) y preguntaban si necesitaba ayuda y el viejo se paraba y sonriendo decía, "No gracias, con estos muchachos suficiente para cambiarla, ya casi terminamos" y la ayuda se iba y la reunión siguió así hasta que terminó, pusieron la misma llanta y regresaron a Santa Ana.

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Otra reunión de urgencia, hay que convocar a todos a un cine en San Salvador, bloque de asientos central, tercera fila, el primero agarra el asiento junto al pasillo, teniendo la pantalla de frente, derecho, Si llegan en pareja, mejor uno toma el primero y el otro tomará el tercero de modo que quede uno en el medio de los dos, esto evitará que otros lleguen a sentarse allí.

Rafael tiene que ir por Dani, pero anda más preocupado por el informe, la cosa no anda bien y supone que lo que ha bajado son instrucciones delicadas, ensimismado como anda, sube las gradas del cine, y se va directo a la taquilla, compra dos entradas, cuando busca al Dani, no lo encuentra, le da "pálida", piensa que Dani detectó vigilancia y se largó y lo dejó "colgado", pero al calmarse ve que el Dani, está deletreando la película... como era teatrero, y vio gente alrededor, se puso a hacer show: leer a ver si la película "valía la pena" y sube emocionado (como niño) "¡hey si es de chinos, cabrón, compra las entradas!", Rafa medio ahuevado le dice, "te dije que era de karate" y el choco, "pues no te escuché, vamos entremos antes que se acabe". 

Entrar en lo oscuro, porque la película ya inició, ubicar la fila, entrar pidiendo permiso, colocarse en el medio de los que ya están y listo. Parte sin novedad.