martes, 5 de febrero de 2019
Me equivoque... pero la vida sigue
Así de fácil: Me equivoqué.
La vida sigue. No hubo segunda vuelta como pensaba y ganó quien iba a ganar: Nayib Bukele.
Bien por él y espero que también por la Patria, no es necesario felicitarle, primero porque no leerá este post y, segundo porque lo que tenía que decirle lo dije el pasado sábado, 19 de mayo de 2018, en el post: A Ud. próximo presidente de la República (si lo dejan)... Con toda honestidad espero que le vaya bien en su gobierno y que cumpla la mitad de las cosas que se ha comprometido en su plan Cuscatlán.
Tengo dudas, pero da esperanza la actitud de la gente (espero que la mayoría) que ha entendido el poder que tiene con su voto, creo que es la primera vez que entiende el significa de ser el soberano. Pero lo más importante un buen sector, ha comprendido que el "cambio" no viene de arriba (cielo o presidencia), sino del interior de cada uno, ya veo "memes" llamando a trabajar más duro, a ahorrar, a no lanzar basura en la calle, a respetar las leyes de tránsito... La gente por fin, tiene claro que es dueña de su destino y que puede marcarlo y caminarlo cuando está decidida a hacerlo, no esperar a salvadores o mesías prometidos.
Eso es lo verdaderamente valioso.
Creo que el contundente gane de Bukele, se debe a dos cosas: 1. La gente realmente se hartó de que le vean la cara, de que le roben los recursos que con tanto sacrificio aporta al erario público; que los políticos de cualquier color se vuelvan millonarios, mientras los hospitales carecen de medicinas y la educación no enseña, no imparte sabiduría a los chicos, obligando a que aplacen el examen de admisión de la Universidad de El Salvador... y 2. A que la ingenuidad (por ser amables al calificarlos) de los partidos políticos o más bien de los dirigentes de los partidos no entendieron el mensaje que dio el electorado en la elección del año anterior. Peor aun: pareciera que no han comprendido para nada el mensaje de este domingo pasado.
Ahora bien, volviendo al presidente electo, éste debe tener bien claro que grandes apoyos (históricos para ser exacto), como el contundente e histórico obtenido, se reflejará en grandes exigencias por parte de los que brindan ese apoyo. Esta contra el tiempo, de su capacidad negociadora, de su honestidad en el trabajo, de la transparencia en la gestión, dependerá que siga recibiendo ese apoyo o se le arrebate, para buscar una nueva esperanza.
Tiene una gran responsabilidad el presidente Bukele, y todos deberemos apoyarle para que logre las metas propuestas, o a denunciarle, si sigue el camino de sus predecesores, y a estar atentos a cualquier ruido de advertencia... Ya hemos aprendido que el río cuando suena...
viernes, 1 de febrero de 2019
3 de Febrero
¿Es un día decisivo el domingo? Creo que no más que otro día de toma de decisiones colectivas.
Sin tener estadísticas confiables y actualizadas, creo que no habrá ganador en primera vuelta, y creo que la segunda será entre GANA y ARENA, los dos antiguos camaradas ahora enfrentados por el poder abiertamente, no en las intimidades de su mismo partido.
Me complica un poco creer en milagros y pienso que ya subir lo que ha subido Hugo, es un milagro, pero no le veo haciendo el segundo milagro en el mismo día: Sobrevivirá el partido, pero no le alcanzará para segunda vuelta.
Si lo hiciera, el partido tendrá que canonizarlo y hacerlo santo de devoción, y entonces, tal vez, y solo tal vez, se anima y despacha tanto dinosaurio que descaradamente traicionó las ilusiones de los salvadoreños. Pero como ya dije, dos milagros el mismo día...
En la segunda vuelta, no veo a doña Oli regateando dinero para asegurar su regreso al poder, con el agravante de que es, para ellos, momento de cosecha, durante largo tiempo se han adueñado de la inteligencia nacional, educando los mejores jóvenes, los más inteligente, disciplinados y dedicados, conquistándolos desde la escuela primaria hasta los postgrados universitarios.
Sin duda están listos para recoger la cosecha, de la siembra que iniciaron más de 30 años atrás y que han ido cuidando, abonando, creciendo.
Será el premio a la inversión realizada con inteligencia y paciencia, pero sobre todo será la respuesta a una seudo izquierda que renunció a sus principios y se convirtió en otro grupo de oportunistas alimentando su vanidad y bolsillo a costa de la miseria de los más pobres que, el 3 de febrero, le pasaran factura.
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