sábado, 13 de octubre de 2018

Día difícil

Día difícil, por la mañana una charla sobre un tema que me apasiona y me entristece.

Al mediodía sentado con mi esposa en un restaurante mientras almorzamos, veo a una señora embarazada que camina pausado, bajo la lluvia, de la mano lleva a un chico de no más de tres años, cubierto él, solo la cabeza con una bolsa plástica pequeña (de esas de gabacha) y sobre ella, para que no se resbale una toallita. Veo su rostro y me impacta, escucho a mi esposa que dice: “hay gente que no tiene ni para comprar una sombrilla”.

Saca se llevó 30 veces el presupuesto 2018 del Hospital Bloom. Funes 31 veces el mismo presupuesto, ¿y los que faltan cuántas?

A lo mejor usted pensará, qué relación tiene la señora bajo la lluvia y Saca… ninguna, sin duda ninguna. Yo lo veo de otra manera porque todo está “amarrado”…

Otra gente corre bajo la lluvia, y me acuerdo de una tonta lectura que preguntaba que por qué uno corre bajo una tormenta, si de todas maneras se va a empapar.

Sigo refugiado con mi esposa en este restaurante y no puedo evitar recordar que apenas el lunes pasado fue 8 de octubre y reafirmé mi juramento de lealtad a los principios en que creíamos en la adolescencia… hay que jugar con inteligencia… hay muchas cosas por hacer… y recuerdo a Nelson insistiendo en que hay que calmarse, si no vamos a terminar como Violeta Parra, cantando gracias a la vida y dándonos un tiro, paciencia, hay que jugar con inteligencia…

Leo una frase: "Al final de un día difícil, siempre encontrarás una canción que te haga sonreir". Escucho: “Hoy tus palabras sencillas, denuncian la realidad, marcan con sangre al tirano, llaman al pueblo a luchar…” recuerdo, los curas nicaragüense utilizan las frases, homilías, pensamiento de Romero para denunciar al dictador nicaragüense, ese mismo dictador que defienden los que hoy hacen cola en el Vaticano para entrar a la santificación… Que hipocresía...

En El Salvador, aun las podemos utilizar para denunciar la realidad… pero claro hay que leerlo (sus homilías, sus cartas pastorales) y ubicarse en la realidad de aquellos años en los que pensábamos como adolescentes... pero que va, este país que no lee más allá de los "muñequitos".

Es día de refugiarme en casa, estoy triste… Querido país de mierda, ¿Cuándo vas a cambiar?



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