domingo, 10 de junio de 2018

Lo que te cobro...

No me alegra lo que te pasa, ni me preocupa lo que te pueda ocurrir, cada quien es dueño de su historia, la lleva pegada a la piel y es producto de las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida adulta.

A lo mejor en realidad sos la víctima, porque quien le manda a la masa a creer en ti, dios con pies de barro. Cuando me dijeron que eras el candidato, me atreví a decir que era un gran error, me convertí de inmediato en "enemigo del pueblo", "traidor" y otras pendejadas más; así de estúpidos somos, así de corta es la mirada-visión que tenemos.

Sí, yo vote por ti. Lo hice por dos razones: uno, los amigos, que trabajaron a muerte durante la campaña, me suplicaron el voto pensando que el cambio realmente venía y dos, de todas formas ibas a ganar.

Curtido en estas luchas, sueños y frustraciones, sabía que el cambio llegaría para ti y los sobalevas de siempre que te rodearían (me equivoqué en la cantidad, creí que serían menos).

¡Ah muchacho!, tan solo te sentís, porque te sentís amo y señor, que creíste que el amor, el cariño, la lealtad a toda prueba de la pareja y los amigos se consigue con dinero… Gran error, ya lo estás aprendiendo… es un pecado, que con tanta lectura hecha, no lo supieras antes. Pero es que además, no escuchaste consejo ¿Qué dios ha necesitado eso?

Nunca debiste usar el recuerdo de Monseñor Romero(12/03/2010) porque con los santos no se juega (y mira que no soy religioso), pero te empeñaste hasta el último día en mal usar su legado (27/11/2012),ya ves, te guste o no te guste, la olla hedionda en la que estas inmerso se empieza a destapar.

Nunca debiste burlarte del dolor de los familiares de desaparecidos (16/01/2012) pero, usaste todo lo que te diera rédito, puntos en las encuestas; creabas alegrías como la de que no se seguiría homenajeando a asesinos y a la fecha sigue todo igual. Ocupaste ese dolor para crecer en las encuestas, sin ningún pudor, sin lástima, sin vergüenza.

Jugaste con el derecho de la gente para saber qué se hace con su dinero, intencionalmente creaste una mal reglamento de la Ley de Acceso a la Información (05/12/2012) y tuviste la sagacidad, inteligencia, mala intención de crear distracciones para seguir aumentando tus caudales (20/01/2013)

Traicionaste a los pobres, hiciste que extendieran la mano y dieran gracias por uniformes, calzado y útiles, y te despreocupaste por lo medular: la calidad educativa, les condenaste a seguir siendo pobres, porque solo la educación de calidad, que les permitiera aprobar el examen en la UES, les podría permitir salir de la pobreza (sin necesidad de volverse pandilleros o narcotraficantes); y al condenarlos a la pobreza, condenaste a todo el país a seguir sumergido en la violencia, que se aumentó luego que negociaste bajo de agua, con nuestros asesinos, favores y prebendas a cambio de tu subir en las estadísticas por una aparente reducción de asesinatos.

No tuviste respeto a nada: las escuelas se fueron quedando abandonadas, los hospitales se fueron vaciando de medicinas mientras tu montabas el show de medicinas vencidas del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (Diario de Hoy, 22/05/2010, Pág. 33) y del Ministerio de Salud (Diario El Mundo 24/05/2010 Pág. 6) (ambas citas tomadas de aquí) pero no acusaste judicialmente a nadie (16/03/2010) tal vez porque lo que hacías era enseñar a los demás que, en tanto tienen la cola pateada, deben protegerse unos a otros, sin importar los partidos políticos… pero el ego te traicionó: esa enseñanza la olvidaste con los saquitos de Taiwan, te engolosinaste con el difunto, mientras te presentabas como el honesto, decente, fiel (ni a tus mujeres les ha sido), y la gente seguía pensando que se había sacado la lotería al tener a semejante dios como presidente, no defiendo al fallecido, solo te lo recuerdo porque la ley del karma existe: es tu turno.

Desde mi perspectiva, cualquier cosa que te juzguen, cualquier pena que te impongan (si es que te imponen alguna y no queda esto en otro suicidio, muerte involuntaria o natural, escape, amnistía o asilo político) no será suficiente para pagar tus, a mi parecer, dos grandes delitos:

El asesinato de los sueños y autonombrarte de izquierda

Asesinaste los sueños de miles de salvadoreños al heredarles un futuro, cuando menos sombrío (21/11/2013), gracias a tu avaricia, a la deshumanización característica en ti y a la facilidad que tenías para actuar. Mientras con tus allegados viajabas sin descanso en primera clase, 700, 500, 300 salvadoreños (dependiendo del año y la fuente del dato) salían de El Salvador diariamente (entre 2009 y 2014) a morir de sed al desierto mexicano, al exilio económico impuesto por tu corrupción, a esperar que "Las Patronas" y otros seres humanos solidarios en México compartieran de su pobreza para alimentarse, mientras tu tenías hasta chef personal y les negaste el alimento básico en su propia Patria. El mejor ejemplo de esta verdad es cómo han crecido sin parar las remesas en estos años excepto durante la crisis de 2008, que afectó de 2009 a 2011.

Remesas 2000-2017 (tomado del www.bcr.gob.sv)


Te jactaste de ser de izquierda y con eso ofendiste la memoria de los cientos de miles hombres y mujeres de verdadera izquierda que este país ha visto nacer, crecer y morir (asesinados en su mayoría) una izquierda que todavía hay que re-construir en El Salvador (porque los que se quedaron con la marca la destruyeron) y que representó tan bien José Mujica (29/12/2012) Hiciste creer que la izquierda es esa mierda en la que tu navegas a conveniencia rodeado de gente endebilísima de carácter y lealtad, iguales a ti. Eres un traidor, pero hago una diferencia, porque puedo aceptar que un ser humano sometido a torturas pueda traicionar, nadie sabe su límite de dolor hasta que lo vive. Pero no es tu caso.

Traicionaste el sueño de miles de salvadoreños que arriesgaron la vida y bienes de sus familias, que entregaron su vida, con la boca cerrada a pesar del dolor causado por sus torturadores; traicionaste la esperanza de cientos sobrevivientes de esa cruenta guerra de siglos, que vieron la esperanza del amanecer tan soñado de la patria, con suficiente trabajo para llevar pan honesto a la mesa de sus hijos; traicionaste la esperanza de los jóvenes que pensaron que encontrarían un mercado demandando su sabiduría, sus habilidades, su fuerza de trabajo; traicionaste a los que luego de haber trabajado una vida completa nos preparamos a una pensión de lástima…

Sí, tienes razón, también lo hicieron sus antecesores, también ellos acarrearon con fondos públicos, pero ellos ya sabíamos que lo harían, vos en cambio le ofreciste cambio a la gente, cambio para sus vidas, sus futuros… Pensándolo bien, a lo mejor, sos la víctima… nosotros somos los pendejos victimarios por andar elevando a altares a diositos con pies de barro y acomplejados como vos…