sábado, 19 de mayo de 2018

A Ud. próximo presidente de la República (si lo dejan)...

En este momento todo indica que usted será el ganador en la próxima contienda presidencial, esto si le permiten llegar a candidato. Supongamos que así es, que le perdonan las disparadas vocales y, el lastimero canto de víctima del sistema político e inteligente juego de oprimido oligarca del sistema de partidos, obliga a que no lo dejen fuera: usted será el próximo presidente de la República… remarco el inicio: EN ESTE MOMENTO… porque como decían los abuelos, del plato a la boca… y en política criolla se ha visto tanta miasma correr que ya nada sorprende.

Pero bien, con la bendición de Dios (o Alá, no se si sea cierto que es musulmán y no cristiano) y la votación masiva, llegó a presidente, y la gente, los ciudadanos, como aquella noche del 15 de marzo de 2009, irán, ese 3 de febrero de 2019, a dormir felices pensando que el cambio hoy si llegó, felices, que una nueva época ha iniciado con ideas nuevas no necesariamente novedosas o innovadoras pero nuevas y como todo lo nuevo nos recuerda el estreno tan esperado de diciembre cuando somos niños, nos vuelve a esa etapa de ingenuidad en la que confiamos en que mañana será mejor que el hoy y el ayer que hemos padecido.

Esa noche, si no antes, usted ha tenido que empezar a “amarrar” a todos sus asociados, que con ideas diferentes, posiciones ideológicas encontradas, se subieron a su vehículo para, fácilmente, lograr posiciones de poder y toma de decisiones… y deberá enfrentar a la jauría que empezará a cobrar cada palabra, cada apoyo, cada gesto, cada visita, cada puesta de cara… así es la política nacional y usted es parte de ella, aun cuando lo niegue, sabe que está atrapado por usted mismo.

Y no le quedará más remedio que pagar favores y al hacerlo, caer en el juego de la política nacional, esa misma que, desde hace buen rato critica y rechaza, pero utiliza para mantenerse vigente. Y esto le será más necesario en tanto no hay, al menos identificada a la fecha, posiciones dentro de la Asamblea que le apoyen, aun cuando sabemos que los apoyos no siempre se dan por razones ideológicas.

Y estará atrapado en su mentira.

Poco a poco los salvadoreños descubrirán que lo nuevo es lo viejo reciclado, con las mañas ampliadas, que lo nuevo es lo mismo de siempre con el agravante de que ahora se volvió cómplice (ingenuamente) al haber sido parte de esas 200 mil firmas (o menos, quien sabe) que se recolectaron en tres días (o más, quien sabe) y que fueron entregadas con ilusión de que sus hijos y nietos vivirían un futuro diferente…

Aquí vendrá su responsabilidad, no será necesario llamar a la violencia, llegará sola, por la frustración de la gente y usted, solo usted, será responsable de esa violencia imparable que se dará en cada parada de buses, en cada microbús de transporte de pasajeros, en cada pasaje de las populosas colonias de la capital o del interior, porque como bien dijo recientemente, la frustración se refleja en violencia y usted será responsable de esa.

Así es que, ya encaramado en el macho, más vale que se ponga los pantalones, termine de crecer y tenga claro que va a hacer, con sus asociados incondicionales, los asociados interesados, los desconfiados, y sus abiertamente contrarios, cuando finalmente, todo el entramado dramático, artístico, político y tecnológico lo eleve a la presidencia de la República. Ha creado muchas más ilusiones que las que creó el mal recordado Presidente Funes y muchas más, de las que, en los 12 años de guerra, creo la guerrilla en promesas de mejoras sociales. Bueno que Dios (o Alá) le guíe (si su ego lo deja) y ojalá, no salga un sordo e insonoro mortero resoplado.