miércoles, 20 de julio de 2016

Adiós Mercy



Ha sido difícil, este sentimiento se ha escondido por allí en algún lado, por mucho rato, apenas si me he quebrado cuando viejos camaradas que nos ayudaron para que te atendieran me abrazaron cuando les di las gracias por el apoyo.

Es raro, el tiempo ha pasado a mil por hora, vamos a ver a tu mamá y está más animada hoy, pero ha tenido bajones bien serios… hacés falta, pero ya descansas, ya disfrutarás de todo lo que sembraste y se cumplirá, según tu fe, la vida nueva, sin enfermedades, sin dolor, sin pobreza, todo puro amor.

Yo solo debo agradecerte haber sido mi hermana, haberme querido como lo hiciste, haberme apoyado incondicionalmente, haberme orientado hasta con tu típico “no seas loquito”, me alejé mucho de la familia, lo se ahora que te has ido, porque hay tantos años que no convivimos, porque hay tantas aventuras que vivimos solos por separado, así fue, los sueños me oscurecieron el panorama y me alejé. Pero aun en la distancia, siempre estuviste junto a los demás hermanos, hermanas, a mis padres, a la familia. Siempre estuvieron allí…

Hoy la distancia es eterna, pero como antes, siempre seguirás en mi corazón. Adiós Mercy...