martes, 28 de julio de 2015

En esta situación todos ganan...
menos usted y yo

El desorden actual permite que todos ganen, menos usted y yo, veamos:

  1. El desorden actual me permite creer fácilmente en que hay golpes blandos, es decir asesinan a dos o tres personas, pero el cansancio acumulado y conscientes de nuestra vulnerabilidad de ciudadanos de a pie, tienen efecto devastador en el ánimo, en la salud y en el bolsillo de la gente, por tanto me creo lo del golpe blando y me alisto a alinearme,como acto natural de rebeldía y solidaridad, para votar como me indiquen las "víctimas" del golpe. Las "víctimas" con mayoría absoluta ya no podrán ser "víctimas" de un nuevo golpe "blando", "duroblandito" o "duro" y con esa mayoría eligen a los cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional (2018) y listo, inicia la era del gobierno desde los tres órganos.

  2. El desorden actual les permite a los otros, que por hoy no tienen responsabilidades de gobierno, demostrar que éstos (que si tienen la obligación de gobernar) son una incapacidad andando a caballo, que ya han evidenciado lo que siempre nos presagiaron: el desastre. Y son eso por la incapacidad, porque utilizan a Dios para su beneficio, por la corrupción, por el abuso del poder, por el uso del poder para su particular beneficio, es decir, han demostrado que hacen exactamente lo mismo que ellos hicieron por tantos años, pero ellos fueron más inteligentes que los actuales, porque cuando eran gobierno, desde los medios nos dieron la percepción (y nosotros la volvimos realidad) de que había progreso y desarrollo para todos,cuando en realidad siempre fue solo para ellos. Ya convencidos de esta siembra, solo queda recoger la cosecha de votos que les llegará en las próximas elecciones, e igual, podrían ser ellos únicamente los que elijan a los magistrados de la Sala de lo Constitucional.

  3. El desorden actual me permite creer que esto es igual que la guerra, es lo mismo, por tanto, la conclusión lógica es que las guerras las combate el ejército y entonces que salga y se de gusto repartiendo a diestra y siniestra, volviendo a todo civil un potencial enemigo tal cual quieren los que pregonan la guerra, los estados de sitio, la pena de muerte, conscientes de que eso no es solución a nada, pero ayuda a ganar puntos con el respetable votante. Ganan entonces los que nos quieren hacer creer (contrario a lo que Monseñor Romero pregonó) de que la violencia soluciona la violencia. Ganan ellos, pero especialmente aquel que General mente está buscando ser candidato ganador y no lo ha logrado, pero que puede volver a dejar el uniforme cuando "La patria se lo mande y el pueblo se lo pida"

  4. El desorden actual me permite creer que ya nos ganaron la moral los señores de las pandillas y que por tanto no hay más que arrodillarse y negociar, y en esta prisa de la derrota me olvido de que una cosa es dialogar y otra es negociar, se debe hablar con todos, pero no se puede negociar con todos. Esta confusión es alimentada por otros como el que quiere "candidatearse" y que por ahora solo anda buscando reelección en el "puestecito" que tiene desde el que nos ofreció que ya iba a agarrar al responsable de las pérdidas de armas en los arsenales y luego ya no supimos nada, excepto que a el le daban "Ra(d)is" en aviones ajenos.

  5. El desorden actual permite a los propietarios de las unidades, esas mismas que nos ofrecieron con cámaras, con botón de pánico, etc., etc., etc., que hoy el gobierno les presente un "Plan estratégico" que sin duda tendrá escrito el futuro de éstos empresarios que estaban fuera, pero con este plan estarán dentro del "moderno sistema de transporte" en El Salvador.

El desorden actual, permite que se culpe a quienes no son responsables del desorden, pero que por ejercer justicia,se han convertido en jueces serios y, ante la falta de creatividad y trabajo bien hecho de unos y otros, se van a volver los chivos expiatorios de todos... que ya luego seguirán con los ataques buscando destruirlos

El desorden actual me permite darme cuenta de en este país a nadie con un mínimo de poder le interesa mi vida, mi familia y mi necesidad, entonces debería yo, ciudadano, preguntarme: ¿Qué carajos estoy esperando para exigirles que se pongan a hacer el trabajo por el que les pago?

El desorden actual permite que todos ganen, por eso no importa quien sea el que realmente está detrás, porque todos ganan, menos usted y yo. Sería bueno ir despertando o seguiremos siendo los perdedores de siempre...

domingo, 19 de julio de 2015

El Vino



Lo escucho de un cura, Julián Zini se llama. Lo recita en el medio de una canción en un festival folklórico argentino, (pueden verlo aquí):

Una vez le oí a un borracho,
como diciendo un refrán:
"Que el vino es sangre de Cristo
porque es sangre popular"
y en el cuarto banco
de mi iglesia de las mercedes me explicó:
"La parra chupa en el suelo tanta sangre fraternal
que hay en la tierra vertida que clama al cielo
y está juntándose desde siglos buscando hacerse escuchar:
la sangre de los hermanos que amamos y ya no están,
de nuestros muertos queridos que nunca nos dejarán,
de los que dieron la vida porque amaron de verdad,
los que eligieron morirse por no saber traicionar,
los que encontraron la muerte buscando la libertad,
los que dejaron sus huesos en Malvina y Soledad,
como raíz enterrada que algún día ha de brotar".
Tenía razón el borracho
pensando bien es verdad
que el vino libera al hombre
y es fermento de amistad,
que el vino es sangre de Cristo
porque es sangre popular

Me hace pensar en lo alejado que he estoy de mis amigos, el día a día, el corre corre, el pretexto de siempre...

Se siente la lejanía de los que se han marchado más allá de las fronteras, de los que estando cerca, los hemos alejado, hay que hacer tiempo o mejorar el uso del tiempo, cada día son 24 horas, no más no menos...

Hace falta el vino, como pretexto para volver a ver los amigos, antes que nos alejemos definitivamente...

miércoles, 1 de julio de 2015

Mercy

Te pregunto si ya te rendiste, creo que no debe haber vergüenza en eso; todos tenemos derecho a luchar por nuestra vida hasta donde deseamos, pero siempre he creído que hay un momento en que hasta uno mismo desea descansar, tres operaciones y un tratamiento radical de radioterapia, con posibilidad de seguir con quimioterapia son, a mi parecer, razón suficiente, tu reacción es contundente: niegas que te hayas rendido, lo entendemos, sin palabras, pero tu gesto y reacción es clara. Sin palabras porque hoy no salen de tu garganta, no hay palabras para expresar la alegría que siempre has tenido, esas mismas a la que yo te pedía que le bajaras volumen, porque siempre has sido así: voz de maestro en aula pobre, sin recursos audiovisuales, más que tu voz y tu ingenio que día a día, noche tras noche se rebuscaba en soluciones para tus alumnos.

Tu subconsciente sigue pidiendo lecciones, repasando tablas, lo sabemos porque de momento surgirá una pregunta para un niño, corregirás una plana, harás algo que evidenciará que desde esa cama en la que hoy estas postrada sigues siendo maestra.

Consuela que las amistades que cultivaste con tu trabajo arduo, con tu honestidad, lealtad han correspondido esos valores y se han preocupado de que te atiendan como ser humano, eso es importante en un país en el que el sistema de salud, fuera de la publicidad, da pena.

Seguís siendo una guerrera, esa que ha visto la vida de frente, que ha superado la poliomielitis, que ha tenido más operaciones que toda la familia junta, para poder llevar la vida de maestra que has deseado, has sido siempre ejemplo de servicio, de amistad.

Por todo eso es más doloroso ver como un tumor en el cerebro puede limitarte como lo ha hecho, y es profundamente triste saber que estas consciente de ello y que te pones triste y lloras por eso.

Tu realidad me ha hecho recordar las palabras del gordo César, cuando hace muchos años, con Matilde recién nacida, en el patio del Mesón de su clandestinidad expresaba la alegría de “saber que estamos vivos, que este día cabrón el sol te va a alumbrar, que vas a sentir su calorcito”... eso fue el siglo pasado, hoy, mi cómoda vida había tomado como cierto y confiable todo: el levantarme, el caminar, el comer, el reír. El libro de Santiago Leiva, me hace entender aun más lo valioso que es cada acto sencillo, el tomar un sorbo de agua...

No tengo mínima idea de que hay en el futuro, pero como te dijimos, estaremos a tu lado, porque te amamos, porque como hermanos hemos construido historia y eso une.

Hoy te recuerdo riendo, jodiendo... hoy he recordado el llorar, por el dolor que me causa la realidad que tenemos contigo, por la incertidumbre del futuro y porque estoy solo con el “Quinteto Tiempo”.

Te amamos Mercy.

P.D. Gracias a todos los amigos por su cariño, por su solidaridad, por su apoyo... en resumen: Gracias a todos por su amistad.