sábado, 12 de enero de 2013

Que vivan las palabras.. que reine el diálogo


Illapu - Que broten las palabras



Hoy lo necesitaba, y es lo que nunca debo olvidar...

Nunca desesperar, porque al final la palabra estará de fiesta y habremos aprendido a decirnos verdades sin que nuestro orgullo nos lleve a la violencia.

La invitación de cada día:

Hoy solamente quiero hablar
dejar que broten las palabras
echar las frases a nadar
por sobre un mar de quietas aguas

Que digan ellas lo que quieran
o callen sin decirnos nada
tal vez que sople lo que el viento
escucha cuando anda de andadas

Vengan a esta fiesta improvisada
hoy está de día la palabra
echen a volar aquellas trampas
que hacen repetir lo que nos mandan
echen a volar aquellas trampas
que hacen repetir lo que nos mandan

Si quieres hablar del amor
o de la rabia que te abraza
si quieres cuenta la razón
aquí podemos escucharla
hoy día la conversación
ha puesto sus mejores galas
y se ha escapado de la jaula
que la mantiene encajonada.

Vengan a esta fiesta improvisada
hoy está de día la palabra
echen a volar aquellas trampas
que hacen repetir lo que nos mandan

viernes, 11 de enero de 2013

...Decisiones duras...

Queriendo olvidar me acordé de un asunto:

Una vez asaltaron un banco, recuerdo haber leído en los periódicos que hablaban de dos hombres y una mujer, que la mujer llevaba uniforme de colegio, que entraron como clientes, que el guardia del Banco había reaccionado y herido a uno de los asaltantes y creo que el vigilante quedó muerto.

Toman el dinero y el herido queda en el suelo (no recuerdo si dentro del banco o en la acera del mismo), antes de huir, la muchacha se acerca al herido y le dispara en la cabeza.

Eso dio pie a que el periódico, al menos el que leí (no recuerdo la marca), rasgara vestiduras evidenciando lo inhumano de los "terroristas", porque ¿cómo era posible que un "compañero" matara a otro? y lo matara así fríamente, con un tiro de gracia.

Años después C. Y. me comentaría que él conoció a la compañera y que ella, sentados ambos en una banca del parque central de Sonsonate, le compartió esa experiencia, como parte de su formación básica, para que, en caso no lo hubiera hecho, comprendieran el tamaño e implicaciones de la decisión que tomaban ingresando al ERP.

C. Y. recordaría emocionado: "la compañerita lloraba mientra me lo contó", le dijo que todos los que participaron en esa operación militar, sabían que eso podía pasar, pero que hubiera preferido ser ella la herida y no quien tuvo que salvar de las torturas al fallecido. ¿Dónde podía una guerrilla que iniciaba atender a un herido de gravedad? ¿Cómo cargarían a un herido, siendo que no se podía mover por sí mismo?

Decisiones duras, por eso es que me dan asco quienes hoy quieren vivir a costa de los logros ajenos o quieren, ellos mismos, ser considerados héroes. Nadie obligó a nadie a ingresar a un organismo político militar (al menos antes de la guerra); fue una decisión voluntario, y la decisión tomada conscientemente, incluía la certeza de que el final era Vencer a la dictadura o Morir en el intento.

miércoles, 9 de enero de 2013

A lo mejor el olvido...



-"Les ha ido bien ¿verdad?, cuánto carrito pintado de rojo"

Me lo dice un compañero de trabajo, cuando mira una de las tantas casas de campaña repleta de carros de propaganda, de esas casa que se abren, en varios lugares de San Salvador.

Al decirlo, me hace recordar algo que leí: con las "camionetonas" que se gastan hoy en día, es difícil, sino imposible seguir siendo revolucionario.

Repentinamente, en la memoria llueven risas, alegría y esperanza compartida por tantos años, llegan en torrente, los rostros de quienes, sin estar, nos recuerdan los círculos en los que acurrucados, escuchábamos en silencio música como esta, nos inspirábamos... lo necesitábamos porque éramos una generación de locos soñadores, repletos de miedo, miedo que se volvió indignación, indignación que nos inyectó locura suficiente para enfrentar un régimen asesino...

Pero eso fue hace tanto tiempo... a lo mejor el olvido llegue pronto.